Rommel Pacheco, el clavadista que cantó el himno mexicano a capela tras ganar la medalla de oro en la Copa Mundial de Río de Janeiro, se mantuvo neutral ante el conflicto de las autoridades en torno a la penalización de 5 millones de dólares que exige la Federación Internacional de Natación (FINA) a México por declinar el Campeonato Mundial de 2017.

Las dos instancias buscan un beneficio propio, es un contrato y en eso hay mucho de dónde agarrar. Espero que se resuelva de la mejor manera. Todos saben que la medalla es para nuestro país, afirmó el deportista al regresar de Brasil con el equipo de clavados.

Es un tema complicado. No me aboco a cosas que no están dentro de mi poder, me dedico a trabajar y a entrenar de la mejor manera y ese tema se lo dejo a quienes corresponde, expresó.

Con la presea dorada en trampolín de tres metros colgada en una mano, y el bronce que ganó con Jahir Ocampo en la otra, Pacheco se dijo motivado para extender su racha hasta subir al podio en los Juegos Olímpicos de Río 2016.

Tomó con sentido del humor haber subido al podio con una playera con la imagen de Popeye ante el impedimento de portar el uniforme mientras se izaba la bandera de la FINA y se escuchaba el himno de ese organismo, que como sanción al impago impide a mexicanos participar por su país en competencias internacionales.

Era cómico porque llevábamos el uniforme en todo momento en los entrenamientos y no teníamos problema, pero cuando íbamos a pasar en los desfiles los demás compañeros nos veían y sabían que era una situación ajena. Nadie le presta más atención a eso, comentó.

Descartó que pueda sumarse una nueva sanción de la FINA por haber cantado el Himno Nacional, pues fue una muestra de cariño al país y con mucho respeto al organismo, al cual pertenezco.

Relató que fue un poquito extraño no ver la bandera ondeando. Lo escuché (el himno) porque lo canté con mucho respeto, pero fue un poco extraño que no estuviera el lábaro patrio. Sin embargo, son situaciones ajenas, a mí me corresponde entrenar, trabajar y competir de la mejor manera.

El clavadista que ganó el título Panamericano en Toronto destacó que la competencia en Brasil le sirvió, como al resto del equipo, para hacer ajustes necesarios en su preparación, pues está enfocado en continuar triunfante.

En el vuelo de conexión a Mérida, donde fue recibido como héroe en el aeropuerto, bromeó en Twitter: Espero en las próximas competencias lavar muchas veces mi playera de Popeye para subir al podio.

Para Jahir Ocampo “fue totalmente nuevo no ver nuestra bandera. Había gente en el público que tenía la de México y por eso salimos Rommel y yo con la playera de I love Río, para tener más apoyo, pero toda la gente nos identificaba como mexicanos”.

Ambos agradecieron la muestra de solidaridad que desde México externó el Consejo Mundial de Boxeo con una playera que rezaba: Todos somos Rommel y México es nuestra bandera, la cual portaron algunos pugilistas.