ué misión tiene el Festival Cultural Zacatecas? Cuando se originó este evento, en el gobierno de Genaro Borrego Estrada, la intención era ofrecer opciones de recreación para los zacatecanos que se quedaban en la entidad durante el periodo vacacional. Las primeras ediciones fueron exitosas, con conciertos, presentaciones del nuevo cine mexicano en el legendario Cine Rex, teatro experimental y una convivencia del público local en el consumo de cultura que se producía en la localidad. Posteriormente, se impuso la ventana de oportunidad del turismo externo y extranjero: las plazas del centro histórico al servicio de público de fuera. Y después, los artistas también de fuera. Así, Zacatecas, para el festival, se convirtió en sólo una plaza, donde productores y consumidores de cultura son externos al territorio. Esa lógica afectó la visión sobre el propio centro histórico, que hoy es una gran cantina deshabitada al servicio del entretenimiento (mas no recreación) de los turistas que visitan la capital. Desembocó en un mercado de los espacios del centro para negocios, si no negros, grises; lógica de acción que podríamos llamar despojo del patrimonio público.

Para empezar el enfoque sobre turismo, se requiere que Zacatecas deje de ser una mera plaza y se conciba como un territorio donde la cultura no es una entrada de divisas, sino la fuente de identidad. Eso traerá mejores dividendos. En turismo, la singularidad es la mayor potencia económica posible. La ganancia por turismo está mejor perfilada en la inversión de la conservación del patrimonio público propio y el cultivo en la población zacatecana a través de sus tradiciones y expresiones artísticas-culturales, que de insulsos antros de la capa de mirreyes de la nata social zacatecana.

Debe repensarse el Festival de Cultura en función de otro paradigma del turismo en Zacatecas y de las funciones del centro histórico de nuestra vetusta ciudad. La relación entre gestión cultural, turismo y sustentabilidad patrimonial es el marco para evaluar un evento de esta magnitud.