Ex agente de la policía estatal y escoltas, implicados: fiscal
Lunes 22 de febrero de 2016, p. 27
Puebla, Pue.
En venganza porque entraron a robar en su domicilio, el empresario poblano Jorge Aduna Villavicencio ordenó desaparecer a seis jóvenes de la colonia Lomas de San Miguel, quienes fueron descuartizados, incinerados y sus restos tirados a una coladera.
En rueda de prensa, el fiscal general del estado, Víctor Carrancá Bourget, informó que Aduna Villavicencio –quien cuenta con la concesión del palenque de la feria del 5 de Mayo, la más importante en la entidad– y uno de sus escoltas, Ricardo López Meza, fueron detenidos por portar sin licencia armas calibres nueve milímetros y 38.
Agregó que los agentes ministeriales Javier Cruz Ventura y José Felipe Riveros Hernández están a disposición de las autoridades porque se determinó que filtraron información del caso.
Carrancá Bourget explicó que en lugar de denunciar el robo con violencia a su vivienda, el empresario optó por hacerse justicia por propia mano y ordenó a López Meza buscar a los seis jóvenes y desaparecerlos, lo que ocurrió entre octubre y noviembre pasados.
Indicó que tras las indagatorias también se responsabilizó de los crímenes al ex agente de la Agencia Federal de Investigación Yosafhat Berlanga Flores y a los escoltas Alejandro Páez Valenzuela y José Emanuel Limón Meneses.
Después de varias protestas de familiares de las víctimas para exigir la presentación de los jóvenes con vida, hoy se sabe que fueron trasladados a una casa de la colonia San José El Conde, al parecer de la propiedad de Aduna, donde fueron descuartizados, incinerados y tirados a una coladera.
Los occisos fueron identificados como Marco Antonio Cuautle, de oficio lechero; Román Limón Gómez, Pedro Negrete Orea, Luis Ángel Flores Gutiérrez, Rogelio Rivera Osorio, y el menor Bryan Gerardo TorresSandoval, quien trabajaba de limpiaparabrisas.
El fiscal mencionó que luego de un cateo en la vivienda de San José El Conde, los familiares de los muchachos identificaron prendas y objetos diversos. En el domicilio estaba la camioneta y siete botes lecheros propiedad de Marco Antonio Cuautle.
También se hallaron dos tambos metálicos utilizados para la incineración de los cuerpos con fragmentos óseos en su interior y restos en una coladera; un machete, un hacha, tres cuchillos con rastros de sangre, cuatro esposas, joyería y ropa de los desaparecidos.