Durante la presentación del Anuario 2015 de La Jornada en la 37 Feria Internacional del Libro (FIL) del Palacio de Minería, el periodista argentino José Steinsleger señaló que en México se está viviendo un auténtico proceso de enajenación informativa, porque varios medios han entrado en una dinámica en la cual lo que más importa es la rentabilidad y no problematizar al ciudadano para no generarle mayores conflictos de los que ya tiene. En el Salón Bernardino Quintana del Palacio de Minería, Steinsleger se refirió a los desafíos que presenta el periodismo en nuestro país, donde “La Jornada marcha contracorriente en toda esta forma de tratar la información con un sentido de responsabilidad hacia los lectores”.

Acompañado por la antropóloga Gabriela Rodríguez, el articulista de La Jornada expresó que el Anuario 2015 es una ayuda de memoria extraordinaria de gran utilidad para el investigador, que amerita atesorarse, porque la información que pasó día a día ni siquiera se encuentra en Wikipedia o en otras formas de la red.

“La cronología del Anuario es un trabajo de autor que está hecho con criterio periodístico, que busca no desamparar al lector.”

En su intervención, Steinsleger explicó que cuando vemos la sucesión cronológica de los años recientes, no solamente en México, sino en el mundo, vemos una secuencia inalterable de procesos que al parecer han ido instalando la sensación de que no sólo nada se está modificando, sino que en la eventualidad de que algo cambie es para peor y es parte de la llamada crisis de paradigmas en la que está sumergida nuestra época con grandes desafíos de toda naturaleza.

Al reflexionar sobre el quehacer periodístico, evocó la figura del escritor y semiólogo italiano Umberto Eco, quien falleció este viernes, para hablar del bombardeo de datos que tiene paradójicamente al ciudadano informado y desinformado al mismo tiempo.

“Esta suma de información y desinformación arroja una imposibilidad de comunicación. El esfuerzo de un periódico como La Jornada u otros que se llaman alternativos, algunos que circulan en la red, consiste básicamente en disminuir esa brecha entre lo que es comunicación e información para darle la dinámica que requieren ambas cosas, porque son totalmente distintas.”

El colaborador de La Jornada afirmó que en los años recientes hemos visto una deliberada política de confusión mediática, lo cual se torna difícil al tratar de ubicarse en los problemas complejos que tienen que ver con la sociedad.

Gabriela Rodríguez indicó que al igual que el semanario Proceso, La Jornada es un medio impreso fundado por periodistas y no por empresarios, que tienen un compromiso con el país por informar sobre los acontecimientos mundiales.

También recordó algunas noticias de 2015, como la muerte del poeta Gutiérrez Vega, la persecución a periodistas y la tragedia que enfrentan las personas que han sido desplazadas por los conflictos armados y otras formas de violencia. Sobre este tema, Steinsleger señaló que en torno a la oleada de inmigrantes, el terrorismo islámico y los atentados en París se ha creado un caos de información difícil de procesar.

El periodista argentino lamentó que exista una suerte de ranking del sufrimiento, pero que el de México en el mundo no existe; como ejemplo, recordó el hallazgo en noviembre pasado de la fosa clandestina con 150 cuerpos en Morelos, que no fue noticia mundial.

El Anuario 2015 de La Jornada, coordinado por Lourdes Galaz, es un libro único en su tipo que presenta la reseña cronológica y el análisis puntual de los hechos pequeños y enormes que día a día se hacen historia en las páginas del diario y en La Jornada en línea.