Madrid.

El presidente en funciones del gobierno español, el derechista Mariano Rajoy, dio por hecho este jueves que tendrán que adelantarse las elecciones generales para el próximo 26 de junio, y que fracasará la sesión de investidura del socialista Pedro Sánchez, programada para el 2 de marzo.

Rajoy, que rechazó someterse a la investidura ante su incapacidad para llegar a acuerdos con otras formaciones, dijo al primer ministro británico, David Cameron, durante una reunión cumbre de la Unión Europea (UE) en Bruselas, que lo más probable es que no salga adelante la investidura de su principal adversario político.

Rajoy también le dijo a Taavi Roivas, primer ministro de Estonia, que el asunto de la investidura está muy complicado, es probable que haya que repetir elecciones. Hay un lío enorme, en alusión a que en las elecciones de diciembre pasado ningún partido logró mayoría para gobernar en solitario.

Por ahora, el socialista Pedro Sánchez tiene el encargo del rey Felipe VI, en su calidad de jefe de Estado, de buscar un acuerdo de gobierno para someterse a la sesión de investidura, que se llevará a cabo el 2 de marzo. Sánchez tiene abiertas negociaciones con todo el arco parlamentario, excepto con el PP, con el que se reunió pero no con la intención de lograr su respaldo.

Mientras, las negociaciones con Podemos están estancadas ante las exigencias del partido emergente, que reclama para Pablo Iglesias, su líder, la vicepresidencia del gobierno con un aumento considerable de las competencias, además de los cuatro ministerios más importantes: Interior, Defensa, Economía y Hacienda y Sanidad. Iglesias también vetó en el futuro gobierno a Ciudadanos, la formación también emergente, pero de centroderecha.

Para desbloquear la situación, el líder de Izquierda Unida (IU), Alberto Garzón, propuso promover un encuentro entre las cuatro formaciones de izquierda: PSOE, Compromis, IU y Podemos, que se llevaría a cabo en los próximos días, para intentar encauzar las negociaciones.