París.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) revisó a la baja sus previsiones de crecimiento económico global para 2016, que calcula ahora en 3 por ciento, debido a la ralentización de países emergentes, la caída de la demanda y un alto riesgo de inestabilidad financiera.

Los riesgos de inestabilidad financiera son sustanciales, advirtió el organismo al referirse a la agitación de los mercados financieros, cuya volatilidad ha provocado derrumbes bursátiles desde inicios de año, y llamó a una respuesta colectiva para dinamizar la economía del planeta.

La OCDE, una entidad de 34 países, en su gran mayoría del mundo desarrollado y entre los que se encuentra México, ya había recortado en noviembre en tres décimas, a 3.3 por ciento, su previsión sobre el crecimiento del PIB mundial en 2016. Con el nuevo recorte, a 3 por ciento, la expansión debería ser este año la misma que en 2015, que registró la tasa más baja de los últimos cinco años, dijo la organización con sede en París.

Entre las mayores economías emergentes, Brasil fue considerada como una de las principales víctimas de la caída de los precios de las materias primas y la OCDE prevé que su economía se contraiga 4.0 por ciento este año, es decir, más del 1.2 por ciento previsto en noviembre, a causa de las incertidumbre políticas y de la elevada inflación. La mayor economía latinoamericana y la séptima a nivel mundial se contrajo 3.8 por ciento en 2015.

El informe también reduce de manera sustancial sus proyecciones de crecimiento para 2017, que será nulo. En noviembre, la OCDE preveía que Brasil saliera de la recesión en 2017, con una expansión económica de 1.8 por ciento.

El crecimiento se está desacelerando en muchos países emergentes, mientras que la recuperación en los países desarrollados es muy modesta y los precios bajos presionan a los exportadores de materias primas, señala el informe provisional de la OCDE.