La etnia muina, de la Amazonia colombiana, ha visto en el humor una herramienta para desafiar la guerra y la ocupación de sus territorios a partir de la operación del Plan Colombia, que se activó en 2001.

Así concluye en sus investigaciones etnográficas y antropológicas en la región Marco Tobón Ocampo, doctorante en la Universidad Estatal de Campinas, Brasil, que ayer recibió el octavo Premio Iberamericano de Ciencias Sociales que otorga la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) por medio del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS).

En la ceremonia de premiación, el joven expuso en una conferencia magistral parte de su investigación, en la que analiza el uso de la risa para enfrentar las situaciones tensas que sufre ese pueblo originario ante la presencia en sus territorios tanto de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) como del ejército de ese país.

Si bien, dijo, están conscientes del peligro que han corrido, el humor es una acción política de resistencia que desafía al poder que ejercen los grupos armados.

En su trabajo, titulado Reírse ante la guerra: las bromas como actuación política entre los muina, Amazonia colombiana, el investigador asienta que el Plan Colombia ha generado que las FARC penetren territorios indígenas y que el ejército intervenga con rigor de guerra contra esas poblaciones, afectando la vida cultural en la región.

México, agregó en su exposición el galardonado, no ha estado exento de esa iniciativa –diseñada como estrategia antidrogas, pero que con el tiempo se ha develado como política contrainsurgente–, pues hay dos elementos que ligan a nuestro país con acciones provocadas por el Plan Colombia: el asesinato en 2009 de cinco universitarios mexicanos en un campamento de las FARC en Sucumbíos y la llegada de Óscar Naranjo –operador de esa iniciativa– como asesor de seguridad al principio del gobierno de Enrique Peña Nieto.

Tobón Ocampo planteó que las bromas usadas por esta etnia no son repentinas, sino tienen tradición histórica y desatan la conciencia cultural del pueblo, tienen un respaldo colectivo y son orientadas para desafiar a la autoridad. El humor de los muina, dijo, es muy diferente al que manejan los grupos armados. Este último ejerce poder, constriñe, somete y violenta, en tanto que el de los indígenas de la Amazonia colombiana desafía y confronta al poder.

Según la concepción de esta etnia, la relación con los grupos armados es tensa, un elemento que se relaciona con lo amargo y caliente, en tanto que el humor es visto como elemento dulce y que enfría. No les interesa confrontarse ni realizar acciones de resistencia contundente. Los muina se ríen ante ellos con la intención de eludir la presencia de hombres armados, para que estos sólo estén de paso en su territorio y no se asienten en él.

El coordinador de Humanidades de la UNAM, Alberto Vital Díaz, celebró que el premio, que se entrega bianualmente, haya sido ganado por un joven investigador.