Río de Janeiro.

El brote de virus del zika que afecta a Brasil no comprometerá los Juegos Olímpicos de Río en agosto, aseguró la presidenta Dilma Rousseff, quien salió a las calles junto a las fuerzas armadas para convocar a la población a pelear la guerra contra el mosquito transmisor.

Esta situación no compromete los Juegos. La contaminación del mosquito es extremadamente peligrosa para mujeres embarazadas (porque puede causar microcefalia). Confiamos en que hasta que comiencen las Olimpiadas tendremos un éxito considerable en el exterminio del mosquito, afirmó Rousseff, tras visitar dos viviendas en un barrio humilde de Río, como parte de una campaña nacional para erradicar el aedes aegypti.

Unos 220 mil militares participaron de esta cruzada puerta a puerta para visitar tres millones de hogares y aconsejar a la población en la lucha contra el mosquito, combate al que se sumaron Rousseff y parte de su gabinete.

Con una gorra y una camiseta de mangas cortas con la inscripción #ZikaCero, la mandataria caminó por el barrio abrazando madres, alzando bebés para numerosas fotos y aplicó ella misma larvicidas para limpiar el agua bajo las rejillas.

Escoltada por el alcalde de la ciudad, Eduardo Paes, y un enjambre de agentes de salud, militares y fotógrafos, Rousseff aconsejó a los vecinos sobre cómo erradicar los criaderos del mosquito, cuyo combate es una prioridad para su gobierno.

La guerra depende de nosotros. (El gobierno) es el regimiento de vanguardia, pero sólo con eso no se gana la guerra. Necesitamos que todos participen y ahí seremos 204 millones de personas contra el mosquito, enfatizó.