La arquidiócesis de México aseguró que ante el panorama oscuro que vive el país, los políticos no podrán ocultar al papa Francisco la situación de violencia y pobreza que aqueja a los mexicanos, ni siquiera con retórica estéril.

Los obispos de México mantuvieron informado al papa Francisco del oscuro panorama. Su Santidad estará en lugares violentos, pobres y miserables del país, y los gobernantes no pueden tapar el Sol con un dedo. La basura permanece debajo de la alfombra roja, y Francisco no vendrá al relumbrón de limpieza y pulcritud de ocasión, ni por los papelitos de colores o la retórica estéril con las consabidas frases como llegar a un Estado en paz que lo recibe con los brazos abiertos.

En el editorial de su semanario Desde la fe, la demarcación religiosa encabezada por el cardenal Norberto Rivera Carrera precisó que México enfrenta fenómenos delictivos y de violencia que parecen no tener precedentes en su historia contemporánea, y añadió que los índices llegan a cuestionar la capacidad de las autoridades de todos los niveles de gobierno.

Afirmó que la inseguridad no ha logrado ser abatida por las estrategias gubernamentales. Los hechos sangrientos ya parecen ser comunes, cosas cotidianas que deberían pasar en regiones regidas y azotadas por látigos implacables del crimen organizado, a pesar de las cruzadas y programas, estrategias y planes de seguridad que burlan las inversiones económicas y humanas.

Desapariciones

Subrayó que a ello se suman las desapariciones de niños, jóvenes y adultos, quienes un día fueron raptados de sus hogares y, por la incapacidad oficial, los padres y familias de las víctimas asumen lo que procuradores y ministerios públicos ya no pueden hacer.

Expuso que en el país datos del Alto Comisionado de Naciones Unidas indican que entre 2006 y 2014 más de seis mil niños y adolescentes menores de 18 años han desaparecido, sustraídos por bandas y el crimen organizado.

También refirió que la violencia contra las mujeres no se detiene. Morelos vive alerta de género, y el estado de México, sólo en 2014, registró la desaparición de 400 niñas y adolescentes en los municipios conurbados pobres y violentos de Ecatepec, ciudad Nezahualcóyotl y Chimalhuacán.

El editorial también destacó la inseguridad en Michoacán y Guerrero. Ni un nuevo gobierno, ni planes de desarrollo impiden que la sangre siga corriendo en el Michoacán violento y sometido por el crimen y la anarquía de inseguridad a causa del vacío de poder.

Aseguró que los únicos lugares en que se experimenta paz en esa entidad son los sepulcros.