Conflicto en Morelos, el escándalo más reciente, señala
Domingo 31 de enero de 2016, p. 9
En meses pasados, el PRD se ha visto envuelto en una serie de escándalos que hacen evidente la confrontación interna por cotos de poder, exhibe conflictos entre particulares y el rompimiento de grupos internos.
El PRD comenzó 2016 con una crisis muy fuerte, con circunstancias no sólo de debate político y desencuentro en materia de alianzas (por mantener sus acuerdos con el PAN), sino escándalos internos que pueden derivar en acciones no sólo de gobierno, sino judiciales y acabar en tribunales
, reconoció Camerino Eleazar Márquez, secretario de organización del partido.
Añadió que los órganos internos, que deberían estar actuando, como la comisión de ética, o aplicar el código del tema, no han convocado al presidente del partido, Agustín Basave, y a las partes involucradas, ni han ingresado quejas y denuncias al órgano jurisdiccional correspondiente
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Eleazar Márquez refirió el conflicto en que se ha visto envuelto el partido en los días recientes, para dar una idea de la situación interna: las acusaciones del gobernador de Morelos, Graco Ramírez, contra el senador Fidel Demédecis, a quien se ha señalado como autor intelectual del asesinato de la alcaldesa de Temixco, Gisela Mota, y del edil de Tlaquiltenango, Enrique Alonso Plascencia, a quien se ha vinculado con el crimen organizado.
“Más allá de quién tenga la razón –el legislador señala al mandatario morelense de generar una guerra de odio y exige su salida del gobierno– son temas que no va a resolver ninguna instancia del partido, porque ¿cómo los puedes llamar al orden?”, preguntó.
Se trata, dijo, de un pleito de otro nivel, con señalamientos que difícilmente se podrían acreditar. Lo cierto es que el senador no respeta al gobernador, y si se le demuestra que tiene vínculos y cosas extrañas, será un precedente muy negativo. Es un asunto que amerita que se revisen y valoren conductas
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El perredista recordó que no es la primera vez que el partido está envuelto en estas situaciones. Vivimos casos verdaderamente graves, como los asuntos de (René) Bejarano, (Carlos) Ahumada, Rosario (Robles), de cuando Cuauhtémoc (Cárdenas, en 2004) le pidió a (Leonel) Godoy que renunciaran (a sus puestos para restructurar el Comité Ejecutivo Nacional) y no lo hicieron (excepto Cárdenas que dimitió entonces a todos sus cargos. Al partido renunció en noviembre de 2014)
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A todos esos escándalos se suma la renuncia de otras figuras: Andrés Manuel López Obrador, Porfirio Muñoz Ledo, Marcelo Ebrard, así como legisladores, dirigentes y militantes.
También las disputas entre grupos por la dirigencia del partido; la confrontación que derivó en la renuncia de Carlos Navarrete como presidente nacional, por la caída electoral de junio pasado; el nombramiento de Basave como su sucesor; la postulación de José Luis Abarca a la alcaldía de Iguala, Guerrero, y muchos otros.
El senador Mario Delgado, en entrevista, afirmó que la descomposición
en el partido fue una de las razones que esgrimió para renunciar, y me parece que se han relajado mucho los controles internos. Pareciera que hay mucha influencia del dinero por posiciones
.
Pero lo más grave, agregó, “es la posición política que su cúpula decidió asumir: apoyar la gestión de (Enrique) Peña, quien es un presidente empañado por la corrupción, o cuya regla en todo su ejercicio de gobierno es la corrupción.
¿Qué se puede esperar de un partido que decide apoyar a este gobierno?, ¿qué se puede esperar de respuesta a la gente cuando ve que este partido decidió apoyar el Pacto por México y, por tanto, a Peña Nieto?