El cuerpo de Julio César Mondragón lleva tres meses en el Semefo
Miércoles 27 de enero de 2016, p. 5
Ante un féretro vacío, los familiares de Julio César Mondragón, normalista asesinado en la ciudad de Iguala el 26 de septiembre de 2014, denunciaron que por dilación de un juzgado con sede en Guerrero, desde el 9 de noviembre de 2015 no se ha realizado una prueba de ADN a los restos del estudiante.
Como parte de una protesta frente a las instalaciones de la Procuraduría General de la República (PGR), en la ciudad de México, Marisa Mendoza Cahuatzi, esposa de Julio César Mondragón, y la abogada Sayuri Herrera denunciaron que desde hace tres meses los restos del normalista permanecen dentro de la cámara frigorífica número 6 del Servicio Médico Forense Federal, sin que se le realice ningún estudio, porque el juez del caso no ha pedido colaboración a un juez capitalino.
Denunciaron también que a 16 meses de ocurridos los hechos de Iguala la PGR sigue sin atraer este caso al fuero federal, a pesar de irregularidades que cometió la procuraduría de Guerrero. En ese contexto, los familiares señalaron que nadie sabe de la ropa que traía puesta ni tampoco de uno de los globos oculares que estaba al lado de Julio César Mondragón, y aseguraron que los objetos, además de no haber sido preservados, tampoco se les realizaron estudios periciales.
La abogada Sayuri Herrera dijo que el Ministerio Público Federal no tiene pruebas sólidas de la participación de Mauro Taboada Salgado –recientemente detenido– en este homicidio. ‘‘Lo que tiene la PGR son solamente dos líneas en la declaración ministerial de Gildardo López Astudillo, El Cabo Gil, y ni siquiera abrió una investigación para este caso.
‘‘Aunque la Comisión Nacional de Seguridad anunció que Taboada Salgado fue uno de los homicidas, en realidad lo detuvieron –y consignaron– por portación ilegal de armas de fuego, porque lo detuvieron en la calle armado, no porque lo investigaran por el homicidio de Julio César’’, señaló la abogada.
Señaló que en la investigación de la muerte de Mondragón Fontes existen muchas anomalías, como el hecho de únicamente asentar que el fallecimiento ‘‘se debió a un golpe con objeto contundente, y que la piel del rostro le fue comida por fauna nociva de la zona donde se le encontró, sin profundizar en las lesiones y fracturas que presentaba’’.
Respecto del interrogatorio al que fue sometido Mauro Taboada Salgado, comentó: ‘‘El Ministerio Público nos dijo ‘ya ven, no dice nada, así no se le puede acusar del homicidio’. El detenido solo agachaba la cabeza y a veces decía ‘de eso no sé nada’. Por eso solamente lo acusaron de portación de arma de fuego’’.