los 35 años, Ashraf Fayadh hacía lo que pedía Octavio Paz: decir poesía en la plaza pública, llevarla a otros lugares de la Tierra, enseñar arte de Arabia Saudita en Inglaterra, en Alemania, en Italia. También Octavio Paz creía que un poeta salva al mundo y nos aseguró que quería ser recordado por tres o cuatro poemas. Para Octavio Paz también serían los 800 latigazos, como son para nosotros quienes estamos indignados porque un creador como Ashraf Fayadh pueda encontrarse tras los barrotes de una cárcel desde enero de 2014, acusado de blasfemo y de renunciar al Islam por su libro Instructions Within –Instrucciones en el interior–, publicado en 2008.
Además de poeta, Fayadh, curador de exposiciones en la Bienal de Venecia y en la bellísima ciudad de Yeda, en Arabia Saudita, es también parte de Edge of Arabia, colectivo de artistas que cruzan fronteras al lado de los británicos y estadounidenses que aman a Arabia Saudita.
Enamorado del bigote de Frida Kahlo, como dice en uno de sus poemas, la propia Frida tomaría en sus brazos a Ashraf Fayadh, le tejería flores en la cabeza y le diría que todos los guadalupanos, los que padecemos fridomanía y los que nos persignamos y nos encomendamos a la corte celestial, rechazamos su condena del 17 de noviembre de 2015. A quienes escribimos, pintamos, nos enamoramos, amamos los libros y la pintura, su condena también nos condena a muerte por delitos imaginarios, dictados por la ignorancia que a todas luces es hermana de la intolerancia humana.
Todos leímos algo acerca del poeta de Arabia Saudita, pero nos habríamos quedado en babia si no es por la intervención de Alberto Ruy Sánchez, quien con su voz fuerte y su elocuencia de poeta nos habló del wahabismo, del Islam y de Arabia Saudita. Según Alberto, el wahabismo es la parte más sanguinaria del integrismo musulmán, los saudiárabes son los culpables de los crímenes cometidos contra la humanidad desde hace 30 años. Ruy Sánchez habló también del wahabismo en México, en Chiapas. Pregunté: ¿Por qué dices que hay musulmanes en Chiapas?
Pues porque los hay. Vayan y verán
. Ruy Sánchez aclaró al final a propósito de Arabia Saudita: Este es el país al que ahora visita el presidente Peña Nieto en su avión
–el más caro del mundo. Imposible no agradecer al valiente Alberto Ruy Sánchez (que hace unos días también logró nulificar el estúpido corredor Chapultepec) el poder de su voz y la inteligencia bien informada de su intervención. Fue el quien hizo la noche en la reunión del PEN Club de México, que ahora preside Magali Tercero.