Aunque hay elementos para lanzar la hipótesis de que en el sistema solar distante existiría un noveno planeta que orbita alrededor del Sol, debemos ser cautelosos, pues hasta ahora se trata de una sugerencia inteligente basada en las perturbaciones gravitacionales que este objeto ejerce sobre cuerpos más pequeños.

Julio Fernández Alves, decano de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República, de Uruguay, y uno de los astrónomos más reconocidos en el mundo, así como Marco Antonio Muñoz Gutiérrez, joven astrofísico mexicano graduado en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dijeron lo anterior.

En conferencia, indicaron que el planteamiento de Konstantin Batygin y Mike Brown, del Instituto de Tecnología de California, es un primer avance, pero falta mucho para poder observar en razón de su distancia, así como determinar la órbita que el llamado planeta X seguirá en torno al Sol. Es una especulación teórica.

Por ahora tenemos mucha incertidumbre y sólo se agregan nuevos indicios de que pudiera estar ahí, afirmó Fernández Alves, también colaborador del Instituto de Astronomía de la UNAM.

Es –añadió– un paso más en la idea de que puede existir un planeta masivo. Pero sería cauteloso en afirmar que así es, porque no se ha observado ni se ha podido definir fehacientemente una órbita o tamaño que permita su búsqueda en determinado lugar.

Se calcula que el planeta X tendría un tamaño similar a Urano o Neptuno (10 veces la masa de la Tierra) con una envoltura gaseosa; estaría entre 200 y mil unidades astronómicas (cada unidad equivale a la distancia entre el Sol y la Tierra, es decir, 150 millones de kilómetros); se ubicaría en una zona dinámicamente estable –fuera de las perturbaciones de los otros planetas y de elementos externos, como alguna estrella o del disco galáctico—, donde permanecería, relativamente protegido en su órbita por toda la vida del sistema solar.

Si se confirmara el descubrimiento, sería de gran relevancia teórica porque se demostraría que al formarse, el sistema pasó por una etapa de turbulencia con fuertes interacciones entre los planetas, que hizo que uno, masivo, escapara a grandes distancias, algo que por ahora especulamos.