Jorge Alcocer Varela ha contribuido a identificar y caracterizar linajes celulares
Incentivos insuficientes truncan la mente científica de los jóvenes
Hacen falta médicos de primero y segundo nivel, pues las enfermedades crónicas, como la diabetes y la hipertensión, son las que causan más muertes, asegura el premio Nacional de Ciencias y Artes
Martes 26 de enero de 2016, p. 2
En las mentes de los jóvenes se generan las ideas que necesita la ciencia. Deben encabezar laboratorios y proyectos de investigación, pero en México la juventud no tiene incentivos suficientes ni condiciones óptimas para dedicarse al quehacer científico, afirma Jorge Alcocer Varela, de 69 años, profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) e investigador del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INNSZ), quien ganó el Premio Nacional de Ciencias y Artes 2015 por sus investigaciones en inmunología.
Lo dije hace veintitantos años años: hay enemigos de la investigación en nuestro país y siguen ahí
, sostiene en entrevista, realizada ayer en su despacho como jefe del departamento de Inmunología del INNSZ. La burocracia y la normatividad enredosa que retrasa todo, la falta de apoyo y de infraestructura y las pocas oportunidades de empleo para los jóvenes son algunos de esos enemigos. Cuando los estudiantes ven este panorama, escuchan el canto de las sirenas
y optan por los salarios que ofrecen las farmacéuticas o ejercer la medicina en el sector privado, en lugar de optar por la investigación”.
Alcocer Varela, integrante del Sistema Nacional de Investigadores nivel III, nació en la ciudad de México en 1946. En 1980 obtuvo el posgrado en inmunología en la ICRF Tumour Immunology Unit, en la Universidad de Londres, Inglaterra, y el doctorado en ciencias médicas por la UNAM, en 2007. Sus trabajos han contribuido a la identificación y caracterización de nuevos linajes celulares, como las células T-reguladoras y las dendríticas, por lo que ha sido reconocido en México y en el mundo.
Dice que encarna una figura que se está extinguiendo: el médico que atiende pacientes, hace investigación y enseña. Ahora es difícil seguir este camino, porque lleva tiempo mantenerse al día y en buen nivel como investigador, cumplir con el tiempo que hay que dedicar a la atención de los pacientes y dar enseñanza. Es difícil, pero es necesario que los alumnos de medicina sepan la importancia de investigar
.
Considera que la ciencia es indispensable para el desarrollo del país. Sin embargo, en México aún no podemos decir que es un asunto de todos. No, mientras no se resuelvan problemas
como la pobreza y la inseguridad. En tanto, la ciencia será un asunto de segunda o tercera importancia
.
Lo anterior no significa que no haya habido cambios y avances para la ciencia mexicana, pues considera que se han hecho esfuerzos en todos los niveles; por ejemplo, se ha organizado mejor el sistema de investigadores; se ha evitado, en alguna medida, que los talentos migren hacia el extranjero y ha aumentado, lentamente, el porcentaje del PIB que se destina al sector. Tenemos buen nivel de investigación en México. Ojalá pudiéramos tener más
.
Oportunidad para influir en la salud humana
Reflexiona. Luego asegura que le ha tocado vivir la época más promisoria para el progreso de la investigación biomédica. En las pasadas tres décadas se han logrado conocer los principios fundamentales de la conducta celular, tanto normal como patológica, con avances en el entendimiento del código genético, de la división celular y de las moléculas que conducen señales claves en la herencia, la infección, la inmunidad, el cáncer y el metabolismo
, lo que nos coloca en una oportunidad nunca vista para incidir en la salud del humano
.
La mejor satisfacción que le da su trabajo es ver curados a los pacientes. Como especialista del INNSZ, le corresponde atender casos complicados. Hay cálculos que indican que a los especialistas nos toca atender a 10 por ciento de los pacientes, así que, es cierto, hacen falta especialistas en el país, pero se necesitan más médicos de primero y segundo nivel
, pues lo que más muerte provoca no son la leucemia, el lupus o el cáncer, sino enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión o las músculoesqueléticas.
Sobre el premio, asegura que no es sólo para él, sino para un grupo de trabajo en el que participan profesores, alumnos y, en particular, los pacientes.
Le tomó por sorpresa que le dieran el galardón. Afirma: En este tiempo de dificultad y falta de definición en lo social, político y económico a escala nacional e internacional, pensé que no se iban a fijar en mí: un médico
.