Con uso de la fuerza pública, ayer por la mañana fue desalojado de sus instalaciones, ubicadas en la colonia Santa María la Ribera, el Instituto Cardenal Miranda Escuela de Música.

Alrededor de una centena de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública de la ciudad de México, del agrupamiento de granaderos, apoyó la diligencia dictada por el juez 40 de lo civil del Distrito Federal contra ese centro educativo.

El mobiliario y demás pertenencias de la institución, que el año pasado cumplió su 75 aniversario, fueron arrumbados en la calle, en las aceras frontales al inmueble, causándoles daños.

En principio, personal de la escuela aseguró que en la edificación habían sido dejados ocho pianos y muebles finos; sin embargo, después de largo tiempo de insistir, se les permitió el acceso para comprobar que el lugar había sido vaciado en su totalidad.

La diligencia –cuya duración fue de alrededor de una hora, de 7 a 8 de la mañana– transcurrió sin incidentes, a excepción de expresiones de enojo y vociferaciones de los vecinos del lugar contra los elementos policíacos y los trabajadores que realizaron el desalojo.

Las clases del centro educativo fueron suspendidas este viernes, para evitar confrontaciones.

El director del instituto, el musicólogo Juan Manuel Lara, y demás profesores que realizaron guardia toda la noche dentro del recinto salieron del mismo de forma pacífica en cuanto los cargadores, de manera violenta y bajo el amparo de la fuerza pública, franquearon las puertas de acceso.

Siguen las clases

No obstante la situación, el director administrativo del Instituto Cardenal Miranda Escuela de Música, el guitarrista Víctor Javier Regalado Moreno, aseguró a La Jornada que las clases proseguirán a partir del lunes próximo hasta concluir el ciclo escolar, en agosto, en sitio aún por definir.

Así sea debajo de un árbol, pero seguiremos con nuestra misión educativa, sostuvo el también docente y concertista, quien, asimismo, destacó que mantendrán su lucha por la vía legal para evitar la desaparición de esta escuela de música, la única en México donde se imparten canto gregoriano y latín.

Lo anterior mediante el juicio de amparo que promovieron en agosto de 2015 ante el juzgado 26 de lo civil del Distrito Federal para que se anule el acto de un juicio que se ha seguido a sus espaldas, así como de nulidad o juicio fraudulento. De igual manera, adelantó que el 13 de febrero tendrán una audiencia constitucional en la que se revisará el caso.

La acción legal que dejó sin sede al Instituto Cardenal Miranda Escuela de Música fue promovida por la Arquidiócesis Primada de México, por conducto de la Asociación Patronal Educativa y Cultural AC, a partir de que ésta argumenta ser la legítima propietaria del inmueble en cuestión.

Aspecto, el anterior, que el representante legal del instituto, el doctor en derecho Alberto del Castillo del Valle, negó ayer en estas páginas y que sustentó con documentos del Registro Público de la Propiedad.

De acuerdo con el director del Instituto Cardenal Mirada, Juan Manuel Lara, el desalojo es una venganza y un castigo por no acatar sumisamente los deseos del cardenal Norberto Rivera, arzobispo de México, de incorporarse a la Universidad Lumen Gentium.

El investigador señaló que cumplir tal exigencia implicaba la desaparición formal del instituto, pues las autoridades de esa universidad no respetarían ni los programas de estudios, los planes ni maneras de trabajo, ni la plantilla académica, por lo cual se negaron a incorporarse a esa institución de enseñanza superior.

Juan Manuel Lara ha afirmado con insistencia que el Instituto Cardenal Miranda, así como el patrimonio que esta instancia ha logrado integrar, son obra del padre Xavier González Tescucano, fallecido en 2009, quien, a decir del maestro, nunca recibió apoyo ni recursos de la Iglesia católica.

Varias son las personalidades del medio musical mexicano que se han formado en ese centro, entre ellos los tenores Ramón Vargas y José Guadalupe Reyes, la soprano María Luisa Tamez, los directores de orquesta Juan Trigos, Rodrigo Macías, Miguel Salmon del Real y Rodrigo Elorduy.

La Jornada buscó vía telefónica al vicario Guillermo Moreno Bravo, quien encabeza la Asociación Patronal Educativa y Cultural AC, para tener la versión de la arquidiócesis sobre estos hechos, pero hasta el cierre de la presente edición fue imposible contactarlo, debido a que, según se dijo, no se encontraba en su oficina.