Madrid.

El argentino Javier Mascherano, quien milita en el Barcelona, aceptó ayer una condena de un año de cárcel por defraudar 1.5 millones de euros (1.6 millones de dólares) al fisco español, de lo cual culpó a sus antiguos asesores.

Sin embargo, el futbolista no ingresará a prisión tras haber indemnizado a la agencia tributaria, no tener antecedentes y tratarse de una pena inferior a dos años.

La Audiencia de Barcelona falló en su contra tras un juicio que apenas duró 10 minutos y en el que el jugador aceptó el año que pactó con la Fiscalía y la Abogacía del Estado, tras devolver a Hacienda la suma defraudada, aunque pidió que la pena de cárcel se le conmute por una multa de 21 mil euros (22 mil 900 dólares).

Mascherano fue condenado por dos delitos fiscales en los ejercicios de 2011 y 2012 y se le impuso una sanción económica de 815 mil euros (880 mil dólares) junto a la prohibición de obtener subvenciones públicas o beneficios impositivos mientras dure la pena.

Horas después de conocerse la sentencia, el futbolista emitió un comunicado en sus redes sociales, en el que sostuvo que ignoraba estar cometiendo un delito.

Aprovechó para culpar de su situación a un prestigioso Estudio Fiscal Español. Ellos me recomendaron determinadas estructuras, notificándome siempre que eran procedimientos habituales, transparentes y aceptados por la ley, explicó.

Ahora, luego de una amarga espera, llega este acuerdo que me devuelve la tranquilidad de tener mis obligaciones al día, agregó en su cuenta de Twitter.

Soy un deportista profesional, no tengo grandes conocimientos de cuestiones impositivas ni legales. Por lo tanto, debo apoyarme en gente que sí maneja estos temas técnicos y para mí complejos. Durante mi carrera he sido una personas honesta y responsable, respetando a mis compañeros, a los clubes que representé y a los países donde me tocó vivir, argumentó.

Esta situación la tomo como una experiencia más, de la que salgo fortalecido y tranquilo por saberme nuevamente en regla, concluyó.

Además, adelantó que podría emprender alguna acción legal contra aquellos que me asesoraron mal recomendándome algo que no era correcto.