Proteger las ventanas al universo
, piden en reunión de Unesco
Jueves 21 de enero de 2016, p. 37
Para encontrar respuestas, los científicos necesitan de la oscuridad del cielo. En él buscan explicaciones para el origen de la materia y si hay vida en otros planetas, así como conocer el destino del universo.
Las soluciones a estas cuestiones están en los cielos. Por eso, para hacer ciencia, necesitamos cielos oscuros, libres de contaminación lumínica, así como el compromiso de los gobiernos y la gente para proteger los sitios
desde donde las estrellas se pueden estudiar, afirmó Chris Smith, director de la Asociación de Universidades para la Investigación en Astronomía (AURA), organización que opera algunos de los telescopios más poderosos del mundo, como los gemelos ópticos-infrarrojos de 8.1 metros ubicados en los dos hemisferios de la Tierra y que se encuentran en el Observatorio Gemini.
En el encuentro Derecho a los cielos oscuros, convocado por la Unesco, el científico explicó que aún falta conocer de qué está hecho 90 por ciento del universo, lo cual, subrayó, sólo podrá investigarse si se protege la oscuridad. Los cielos oscuros son nuestra ventana al universo, para explorar el cosmos y aprender algo sobre nosotros mismos
, sostuvo.
Miguel Roth, representante de la Organización del Telescopio Gigante Magallanes, instrumento que se construye en Chile y que en 2021 será el más grande del mundo, con un espejo de 24.5 metros de diámetro, indicó que el único medio que tenemos para conocer el universo es la luz
.
Al respecto, José Franco, coordinador del Foro Consultivo Científico y Tecnológico y ex director del Instituto de Astronomía de la UNAM, indicó que como los astrofísicos no pueden hacer experimentos en un laboratorio, han tenido que crear tecnología.
En este sentido, la astronomía ha sido uno de los motores de la revolución tecnológica que estamos viviendo
, sostuvo. El WiFi, por ejemplo, fue inventado por radioastrónomos australianos en los años 80 para transmitir datos de los radiotelescopios a las computadoras
, señaló.
El paso de la vida nómada al sedentarismo se dio con el conocimiento de los ciclos del cielo, del Sol y La luna. El comercio hubiera sido inimaginable si los navegantes no hubieran usado a las estrellas como guías; son cosas que los cielos oscuros nos han permitido hacer
, agregó.
En tanto, Nuria Sanz, directora y representante de la Oficina de la Unesco en México, dijo que desde hace más de una década, esta instancia, por conducto del Comité de Patrimonio Mundial, ha definido criterios para la protección y conocimiento del cielo, así como lugares de descubrimiento astronómico e investigación científica.
Expresó que de los mil 31 sitios declarados Patrimonio Mundial únicamente 50 están ligados a la astronomía.
Son en su mayoría, dijo, lugares con vestigios arqueológicos donde se estudiaron los cielos, como Tikal, Calakmul o Machupichu en América; Palmira y Baalbek en Oriente medio, o la Acrópolis de Atenas y Stonehenge, en Europa.