A diario se reproducen en las redes sociales mensajes de odio. Por ejemplo, este martes el hashtag o etiqueta con la frase #LegalicenElFeminicidio se volvió tendencia a escala nacional en Twitter. La noche del lunes fueron #EstorboComoAnciano y #GaysNoMerecenIgualdad; un día antes, por casi 11 horas #ViolaAunaLesbiana se mantuvo como una de las cinco más mencionadas en todo el país.

La violencia y discriminación que suceden en la vida real se amplifica en Internet; no se trata de fenómenos independientes, consideró la activista Norma Alegre, integrante de la organización Módem Mujer. Esas expresiones virtuales son sólo un síntoma de todo el problema de exclusión que existe, adviritó.

Identificar a quien haya iniciado esos hashtags es muy difícil, sólo Twitter podría revelar su identidad, afirmó en entrevista Cynthia Solís Arredondo, experta en derecho informático. Aunque muchas de las manifestaciones difundidas son discriminatorias, lo cual es un delito, es complicado actuar legalmente porque se trata de algo masivo y muchos usuarios se crean cuentas en las que no dan sus datos verdaderos.

Existen dos clasificaciones para esas afirmaciones: las que son nocivas, pero lícitas, y aquellas que de plano son ilegales, explicó Solís Arredondo. Debemos tener claro que los derechos humanos deben coexistir, no puede estar uno por encima del otro. Así que la libertad de expresión no puede justificar el hecho de que se vulnere la dignidad humana.

Las reglas de Twitter prohíben difundir mensajes denigrantes y ofensivos. Sin embargo, la mayor parte del tiempo sólo los deja correr, por lo que es importante reportarlos al sitio para que bloquee la cuenta o los tuits humillantes, recomendó.

Pero es el propio usuario quien, al verlo como algo gracioso, lo crea o divulga, sostuvo Cynthia Solís. Muchos utilizan el hashtag para referirse a alguien en particular, ligan su perfil o ponen su fotografía, lo cual podría infringir la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares, advirtió.

Parte de los mensajes con etiquetas agresivas reclaman precisamente que se hayan creado esas frases. Norma Alegre recomienda que si aún no son virales, es mejor ignorarlas para no convertirlas en virales, pero una vez que ya lo hicieron es importante manifestar rechazo por ellas o crear una etiqueta positiva sobre el tema.