El arreglo de partidos en el tenis no es nada nuevo. El director del Abierto Mexicano, Raúl Zurutuza, recordó que es un tema añejo y por eso sostuvo que las organizaciones profesionales en este deporte –como ATP y WTA– han diseñado mecanismos para prevenir la corrupción en las competencias.

Zurutuza está al tanto del escándalo que detonó unas horas antes de que empezara el pasado lunes el Abierto de Australia, con las revelaciones que hicieron la BBC y el sitio BuzzFeed News.

Según el informe hay 28 tenistas sospechosos de aceptar dinero para perder en partidos durante la década anterior, 16 de ellos entre los mejores 50 de la clasificación mundial, y que las autoridades respectivas ignoraron evidencia sobre los amaños.

Me parece injusto que se diga que el deporte blanco se ensucia porque a lo mejor unos cuantos jugadores, de los miles que están en el tenis profesional, decidieron aceptar pagos por apuestas, aseguró Zurutuza.

Es la decisión aislada de un individuo que elige ganarse un dinero de manera ilegal, pero me parece que no se vale poner en entredicho a la estructura tan compleja de una disciplina que hace esfuerzos con jugadores y organizadores por mantener una industria.

Aunque algunos jugadores, incluidos el número uno, Novak Djokovic, reconocieron que tuvieron experiencias de intentos de soborno para perder un partido, el organizador del torneo profesional mexicano aseguró que nunca ha sabido de un caso en este país.

Un especialista en apuestas deportivas y corrupción, Pim Verschuuren, investigador del Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas, señaló que el tenis era una disciplina con varios factores de riesgo por su carácter individual de competencia y la desigualdad financiera entre jugadores, según citó Afp.