Estas son 13 consideraciones que nos llevan a rechazar el TPP
1. El TPP es una negociación secreta. Luego de más de tres años
de negociaciones a espaldas del pueblo, el gobierno de México
dio a conocer el texto preliminar del Acuerdo de Asociación
Trans Pacífica. Este borrador aún está siendo modificado en
secreto, de la misma forma que ocurrió hace 22 años con el
Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
2. El TPP ahonda los impactos negativos del TLCAN. El análisis
del borrador evidencia que es un acuerdo mucho peor que
el TLCAN, pues amenaza con profundizar la destrucción de la
agricultura campesina, de la agroecología, de la biodiversidad,
de la salud pública y ambiental, de lo que queda de industria
mexicana, además de que va a afectar nuestros derechos digitales.
Asimismo, va a aumentar nuestra subordinación económica
y política a los intereses de las empresas trasnacionales,
encabezadas por Estados Unidos.
3. El TPP socava la Constitución y las leyes mexicanas que reconocen
los derechos humanos. En cualquier controversia la
única ley aplicable es la contenida en dicho tratado. Los “negociadores”
mexicanos han ignorado y violado el artículo 1º
constitucional, que garantiza la primacía de los derechos humanos
y sus garantías, al avalar que el comercio, los tribunales
supranacionales y los mecanismos de solución de conflictos
entre el Estado y los inversionistas del TPP estén por encima
de la Constitución.
4. El TPP es un “tratado del siglo 21” en contra de la producción
nacional y a favor de las trasnacionales. En su capítulo 2, el
TPP profundiza la dependencia alimentaria y daña aún más a
los sectores cafetalero, lácteo, cárnico, frutícola, cerealero y
azucarero, además de que permite la entrada indiscriminada
de cultivos transgénicos, de peligrosos productos biológicos y
nanotecnológicos (apartado 2.29). De aceptarse, se contaminarán
las variedades de maíz, calabaza, chile y otros cultivos
que son el sostén de la agricultura campesina y la alimentación
de los mexicanos.
5. El TPP implica aceptar otros acuerdos negativos para el país. Con el TPP, México automáticamente acepta otros tratados
internacionales a favor de las trasnacionales. Entre ellos el capítulo
18 de Propiedad Intelectual del Tratado UPOV91 que
prohíbe el intercambio de semillas entre campesinos, práctica
existente desde hace más de ocho mil años. Esta prohibición
busca favorecer la compra de semillas a las trasnacionales.
6. El TPP infringe diversos derechos de los pueblos y la ciudadanía. Para empezar, ignora los derechos de los pueblos originarios
a la consulta previa, libre e informada. Además, en
su capítulo de Propiedad Intelectual incluye disposiciones que
violan nuestros derechos digitales, la libertad de expresión y
la privacidad en nombre del copyright.
7. El TPP pone en riesgo la salud pública. Diversos artículos (del
18:50 al 18:54) de la subsección C sobre Productos Farmacéuticos
ponen en riesgo el acceso a medicamentos a precios accesibles
y socavan las medidas para proteger los presupuestos
públicos en compras de medicamentos, dispositivos o tecnologías,
tal y como lo ha expuesto la Organización Mundial de
la Salud (OMS). Para proteger los intereses corporativos de los
grandes laboratorios se obstaculiza el acceso a los genéricos.
8. El TPP privilegia el interés comercial. En el capítulo 28, el TPP
refuerza el muy cuestionado derecho de los inversionistas
extranjeros a demandar, en tribunales supranacionales privados,
exigiendo miles de millones de dólares a los gobiernos,
cuando éstos adopten reglas de interés público; de protección
ambiental; de salud; de educación; de estabilidad financiera y
de fomento a las micro, pequeñas y medianas empresas.
9. El TPP limita y condiciona la adopción de políticas de interés
público. El artículo 9.15 del capítulo 9 de Inversionistas
es presentado por los negociadores como una salvaguarda
para que los gobiernos adopten políticas de interés público.
Sin embargo, expertos internacionales han demostrado que
es una redacción engañosa, debido a que condicionan tales
salvaguardas mediante la frase “a menos que sea consistente
con este capítulo”. Capítulo en el cual se establecen los privilegios
de los inversionistas extranjeros.
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10. El TPP es incompatible con el orden público internacional. Los
capítulos 9 y 28, sobre Inversión y sobre Solución de Diferencias,
garantizan los privilegios de los inversionistas extranjeros
a través de instrumentos de cumplimiento obligatorio, severas
sanciones y represalias. Esto se antepone a los derechos humanos,”
es incompatible con el orden público internacional y
puede considerarse contrario a las disposiciones de la Convención
de Viena sobre el Derecho de los Tratados, y nulo en tanto
que contrarios a las buenas costumbres”, tal y como lo refiere
el Informe de julio de 2015 del Experto Independiente de la Organización
de las Naciones Unidas (ONU) sobre la promoción
de un orden internacional democrático y equitativo.
11. El TPP es obligatorio en prerrogativas para las empresas y
voluntario en lo demás. El TPP deja en la retórica sus contenidos
sobre el Trabajo (capítulo 19), Medio Ambiente (capítulo
20), Cooperación y Desarrollo de Capacidades (capítulo
21), Desarrollo (capítulo 23), Pequeñas y Medianas Empresas
(capítulo 24) y Transparencia y Anticorrupción (capítulo 26).
Mientras los mecanismos y compromisos favorables a las empresas
trasnacionales son obligatorios; los capítulos citados
son voluntarios, no exigibles y no están sujetos a sanciones ni
castigos en caso de incumplimiento.
12. El TPP contraviene los derechos garantizados por la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) y a los que México se
ha adherido. Las Cartas Paralelas de Compromisos Laborales
que acordaron Vietnam, Malasia y Brunei dejan en manos de
Estados Unidos y sus trasnacionales la posibilidad de usarlos
como mecanismos punibles. Este arreglo paralelo al TPP es
contrario a los compromisos multilaterales de la OIT. Por ahora
México quedó exento de estas cartas, al parecer, a cambio
de no interferir en el acuerdo entre Japón y Estados Unidos
sobre el contenido regional del sector automotriz.
13. El TPP sirve a los intereses político-militares de EUA, no de
México. Un objetivo de este acuerdo es contribuir a que Estados
Unidos acote a China y mantenga su hegemonía, hoy
en declive, a costa de socavar e incluso contraponer tratados
internacionales e instituciones multilaterales como la OMC,
la OMS y la Organización Mundial de Propiedad Intelectual
(OMPI). Es absurdo que los negociadores de México aten
nuestro futuro a la potencia en declive y nos confronten con
las potencias del siglo 21.
México no puede permitir que sus recursos naturales, su economía,
su sociedad y sus instituciones públicas se sometan a los intereses
de las empresas globales.
Los derechos de los pueblos están por encima de los derechos de
las transnacionales. Corporaciones a las que no podemos permitir
que dicten políticas de comercio y establezcan tribunales privados
para dirimir controversias laborales, comerciales o ambientales.
Exigimos que se libere el texto negociado íntegro (incluyendo todos
los anexos y acuerdos paralelos) del TPP y que se haga una
amplia discusión nacional democrática sobre el rumbo económico
de nuestro país que dicho tratado compromete todavía más.
Curso que se torció con la firma del TLCAN y que se pervertirá
aún más peligrosamente, de ratificarse el Acuerdo de Asociación
Trans Pacífico, el Acta UPOV 1991 y otros tratados negociados
por el gobierno federal que tampoco han sido consultados con
la población.
México es una nación pluricultural sustentada en una historia milenaria
y, como lo ha reconocido la Suprema Corte de Justicia de
la Nación, es una obligación del Estado consultar a los pueblos y
en particular a los indígenas antes de la adopción y ejecución de
políticas que los afectan, por lo que un acuerdo como el TPP, que
compromete el modelo de desarrollo y las reglas del comercio poniendo
en riesgo las semillas nativas, la agrobiodiversidad y el medio
ambiente debe ser consultado previamente con la sociedad
mexicana y en particular con los pueblos originarios.
Por estas y otras razones, las organizaciones firmantes exigimos a
los miembros del Senado:
• Rechazar la ratificación del TPP.
• Propiciar una amplia discusión democrática sobre los contenidos
del TPP.
• Exigirle al Ejecutivo el Texto Legal Definitivo, sin letras chiquitas
y difundirlo ampliamente entre la sociedad.
• Exigir o propiciar una evaluación independiente de las
consecuencias políticas, económicas, sociales, ambientales
y culturales del TPP.
• Abrir un diálogo directo con las organizaciones sociales
que suscribimos este pronunciamiento.
Hacemos un llamado fraternal a conformar un frente amplio,
multisectorial, plural, incluyente, de organizaciones, sindicatos,
movimientos, estudiantes, científicos, académicos, intelectuales,
artistas, ONGs, iglesias, ciudadanía de a pie… para enfrentar y
derrotar al TPP.
¡21 años de TLCAN han sido suficientes!
¡EL TPP es peor de lo que imaginábamos!
México, D.F. a 1 de diciembre de 2015 |