Liconsa informó a los productores de leche que este año reducirá sus compras en 270 millones de litros, en comparación con las que realizó el año pasado y sólo adquirirá 600 millones de litros, hecho que coloca al borde de la quiebra a más de 11 mil ganaderos de Jalisco, Aguascalientes y Chihuahua, dijo Álvaro González Muñoz, presidente del Frente Nacional de Productores y Consumidores de Leche.

El anuncio provocó que los intermediarios de inmediato bajaran los precios al productor y que ante la necesidad de la gente empezaran a comprar a la palabra; pagan entre 2.50 y 2.80 pesos el litro y algunos ganaderos, ante la incertidumbre de si lograrán tener compradores, dejan su producción bajo la promesa de un pago futuro.

El sector está muy dañado, si 2015 fue difícil este año será muy problemático, pues aunque el peso frente al dólar sigue bajando, el precio internacional de la leche en polvo de mil 890 dólares la tonelada sigue siendo muy atractivo para los importadores y las empresas que al rehidratar la leche usan grasa vegetal y el precio por litro para ellos es de 4.50 pesos, mientras que Liconsa paga al menos 6.50 pesos por litro, explicó.

Expuso que la devaluación del peso frente al dólar es una oportunidad para que el gobierno deje de importar leche en polvo y fortalezca a los pequeños y medianos productores; pero el anuncio de reducción de compras por Liconsa los desalienta y los pone en la ruta de su desaparición.

También lo es para que se ordene el mercado interno y se dejen de vender fórmulas lácteas a los consumidores como si fueran leche. La agroindustria alimentaria asentada en el país opera sólo para obtener grandes utilidades en perjuicio del consumidor; lo peor es que basa su crecimiento en la importación de productos falsos que nada contienen de leche ya que se trata de fórmulas químicas que dañan la salud.

Es grave que las autoridades no hagan algo para evitar el engaño a los consumidores. Con dichas fórmulas lácteas se han sustituido más de 5 millones de litros diarios de leche producidos en el país y cancelado más de 35 mil empleos.

La política de las importaciones coloca en riesgo a 149 mil productores nacionales y a quienes no se les integra a la cadena de valor por las excesivas compras de leche en polvo, insistió.

El año pasado dejaron la actividad 5 mil 500 establos, ya que no pudieron colocar su producción. Este año, comentó, se volverá a solicitar a la Secretaría de Economía actúe para que se reduzcan las compras de leche, sueros y otros productos derivados o sustitutos y apruebe una norma para evaluar la calidad de los productos importados que se comercializan.