Diversas organizaciones de derechos humanos exigieron al gobierno federal y del estado de Michoacán un alto a las crecientes amenazas de agresión física y de allanamiento de morada sufrido por varios activistas e integrantes del Comité de Familiares de Personas Detenidas Desaparecidas en México Alzando Voces y de la Comisión Estatal para la Promoción de una Vida Digna.

Formadas en la Red de Alerta Temprana, las organizaciones señalaron que tres de los agredidos son hijos del luchador social Francisco Paredes Ruiz, detenido y desaparecido por presuntos elementos del Ejército en septiembre de 2007.

De manera persistente, junto con otros activistas, los jóvenes Paredes Lachino, desde sus respectivas organizaciones exigen al Estado mexicano la presentación con vida de las personas detenidas desaparecidas en Michoacán de 2006 a la fecha, y luchan en favor de los derechos humanos.

Las víctimas denunciaron que a las 5:30 horas del pasado 25 de diciembre, hombres armados irrumpieron violentamente en el domicilio ubicado en la calle Hacienda Santa Catarina, número 326, en la colonia Haciendas del Sol, en el municipio de Tarímbaro, Michoacán, donde se encontraban los hermanos Cristina Erandine, Janahuy y Francisco Paredes Lachino, acompañados de Mario Zambrano Pineda, María de la Concepción Onofre Arellano y dos menores de edad.

En el allanamiento violento, los sujetos armados hicieron disparos al aire en varias ocasiones, sometiendo a golpes a Mario Zambrano por su intento por evitar que ingresaran al lugar donde estaban los dos niños de dos años y cuatro meses, respectivamente. La agresión fue porque son de derechos humanos, gritaron los atacantes, según se desprende de la averiguación contenida en el expediente 09417/UATP/MOR/2015 de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Michoacán.

Tras el retiro de los agresores, a las 5:57 horas, Janahuy Paredes Lachino marcó al número 066 de la Secretaría de Seguridad Pública para casos de emergencia, y solicitó la intervención de las autoridades, las cuales nunca llegaron.

Pero pasadas las 8 horas de ese mismo día, nuevamente se presentaron los mismos hombres armados, con tres sujetos más, quienes rodearon la casa. Esta vez no pudieron entrar. Sin embargo, desde la calle gritaron a la familia que se encontraba en el interior que por qué le habían llamado a la policía. Y antes de retirarse en un vehículo blanco, marca Nissan, con placas PTA-35-50, los amenazaron con desaparecerlos.

Ya desde junio pasado, la Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos había emitido una acción urgente (AU­ 15­07­01/JPL/FDL) para denunciar el acoso y actos intimidatorios que sufrían estos defensores de derechos humanos, quienes habían sido seguidos hasta la ciudad de México.

Tras estas agresiones, las organizaciones que forman la Red de Alerta Temprana expresaron su profunda preocupación, tanto por los actos intimidatorios contra los hermanos Paredes como por la criminalización de la protesta social que se vive en México. Por lo anterior, expresaron, demandamos la intervención del gobierno federal y estatal para investigar estas agresiones y garantizar la integridad física de los activistas.