Con sólo medio millón de votantes, Colima llegará este 17 de enero a las urnas después de una convulsa historia, aunque sin alternancia política. En 80 años de administraciones priístas han desfilado cinco gobernadores interinos por la anulación de dos elecciones o la muerte de mandatarios.

Colima pasó a los anales electorales por ser el único estado donde el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ha anulado un par de comicios de gobernadores por los mismos motivos: la injerencia de los mandatarios en turno. El otro estado fue Tabasco, en 2000.

En 2003, el priísta Gustavo Alberto Vázquez Montes no pudo tomar posesión por la indebida intervención en su favor del entonces gobernador, Fernando Moreno Peña.

De regreso a 2003, la decisión de invalidar la elección se tomó por cuatro votos contra tres en el TEPJF.

Moreno fue responsabilizado de formular indebidamente declaraciones en contra de los aspirantes a gobernador de los partidos distintos al suyo, de promover las acciones de su gobierno en los 25 días anteriores a la jornada electoral y de participar activamente en el cierre de campaña del candidato priísta.

Carlos Flores Dueñas fue designado gobernador interino. Las elecciones se repitieron dos meses después y volvió a triunfar Vázquez Montes, quien asumió el primero de enero de 2004, pero falleció el 24 de febrero de 2005, después de desplomarse el avión en el que viajaba de regreso a la ciudad de Colima.

La Legislatura del estado nombró como gobernador interino a Arnoldo Ochoa González, quien emitió la convocatoria a la elección extraordinaria y ese mismo año juró como gobernador Silverio Cavazos, para concluir en 2009. Un año después de dejar la gubernatura fue asesinado.

En 2015 la historia se redita. Con cuatro votos en favor y dos en contra se invalida la elección, otra vez por la polémica participación del gobernador Mario Anguiano a través del entonces titular de Desarrollo Social, Rigoberto Salazar Velasco, y del procurador Marcos Santana.

El proyecto elaborado por el magistrado Manuel González Oropeza, que confirmaba el triunfo del priísta Ignacio Peralta se modificó, de último momento, por la existencia de un video y un audio donde Salazar instruye a una subalterna a intervenir en favor de algunos candidatos.

La decisión aplaudida por el PAN y su candidato Jorge Luis Preciado, el principal beneficiado que se quedó a 507 votos del PRI, generó dudas y suspicacias en otros ámbitos. Por lo pronto, los magistrados actuales no se irán en blanco: anotaron a su récord la anulación de una gubernatura en nueve años de gestión y a uno de concluir su encargo.

De esa manera, Ramón Pérez Díaz, el actual gobernador, se convirtió en el quinto interino en ocho décadas sumándose a otros nombres. En 1935, José Campero juró después que el Senado desconoció a Salvador Saucedo.

En 1973, Leonel Ramírez García también ocupó un interinato. Mes y medio antes se había suicidado Antonio Barbosa Held.

De las dos elecciones de gobernador invalidadas antes, el PRI las ha vuelto a ganar.