Ayer, al filo del mediodía, el presidente Enrique Peña Nieto anunció –a través de dos mensajes en su cuenta de Twitter– la recaptura de Joaquín El Chapo Guzmán Loera, detenido tras un operativo de fuerzas federales en Los Mochis, Sinaloa. Horas más tarde, en el patio de honor de Palacio Nacional, ponderó el suceso como un logro en favor del estado de derecho

El mandatario, como cabeza de gobierno, dio la primicia a la población a través de ese medio. A las 12:19 horas escribió: Misión cumplida: lo tenemos. Quiero informar a los mexicanos que Joaquín Guzmán Loera ha sido detenido.

Minutos más tarde, a las 12:32, emitió su segundo mensaje: Mi reconocimiento al gabinete de seguridad del gobierno de la República por este importante logro en favor del estado de derecho en México.

Con el paso del tiempo las redes sociales reprodujeron el mensaje, y la mayoría de las radiodifusoras y televisoras consideraron la noticia como la de mayor relevancia, a pesar de la resaca del mercado bursátil por la caída del peso frente al dólar a raíz de la crisis de la moneda china.

Justo cuando el narcotraficante –uno de los fundadores del cártel de Sinaloa– cumplía 181 días de haberse fugado a través de un túnel del penal de máxima seguridad de El Altiplano, en Almoloya, estado de México, al filo de las 15 horas Peña Nieto salió acompañado de su gabinete de seguridad al patio de honor de Palacio Nacional, donde oficializó la recaptura del narcotraficante.

Con emoción notificó que integrantes de las instituciones de seguridad del gobierno detuvieron a Guzmán Loera.

“Su localización, seguimiento y recaptura son resultado del trabajo conjunto de las corporaciones de inteligencia, seguridad y procuración de justicia del Estado mexicano. Se trata de un logro en favor del estado de derecho, un logro resultado de la coordinación de nuestras fuerzas armadas, del Ejército Mexicano y la Armada de México, de la Policía Federal, de la Procuraduría General de la República y del Centro de Investigación y Seguridad Nacional.

Esta acción contra la impunidad es resultado del trabajo permanente de valiosos elementos de nuestras instituciones que durante días y noches se abocaron a cumplir la misión que les ordené: recapturar a este criminal y presentarlo ante la justicia. A todos y a cada uno de ellos, les expreso mi reconocimiento institucional y personal. Les expreso el reconocimiento de todo México; son un orgullo para nuestra nación.

Añadió que la detención, como lo comprometí, habría de suceder. Durante meses se realizó un intenso y cuidadoso trabajo de inteligencia e investigación criminal, que permitió identificar, detener y desarticular la red de influencia y protección de este delincuente.

En su alocución, el Presidente ponderó a las instituciones del Estado que tienen, dijo, las capacidades necesarias para hacer frente y superar a quienes amenazan la tranquilidad de las familias mexicanas.

Refirió que con la detención de El Chapo Guzmán son 98 de los 122 delincuentes más buscados que ya no representan una amenaza para la sociedad mexicana, que durante años han venido lastimando al país.

“Seguiremos enfrentando con sistemas de inteligencia, coordinación, firmeza y eficacia al crimen organizado… la detención de este día es sumamente importante para las instituciones de seguridad del gobierno de la República.

Hoy, nuevamente, nos hemos probado que no hay mayor fuerza que la fuerza de los mexicanos trabajando juntos.

Después de emitir el mensaje, el jefe del Ejecutivo federal se dirigió al salón de la Tesorería, en Palacio Nacional, para comer con embajadores y cónsules mexicanos. Ahí, la secretaria de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu Salinas, emocionada expuso ante los diplomáticos: ¡es un día especial, estamos orgullosos de ser parte de su gobierno! Sabemos que México tiene rumbo.

Esas palabras le acarrearon al presidente Peña Nieto un aplauso extendido, festejando la recaptura del capo del narcotráfico.