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Corresponden a la idea de una guerra justa: patriarca Kiril I

Defiende la Iglesia ortodoxa rusa los bombardeos de Moscú en Siria
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 8 de enero de 2016, p. 20

Moscú.

Con ocasión de la Navidad ortodoxa, que los rusos adeptos a la religión mayoritaria en este país celebran este jueves de acuerdo con el antiguo calendario juliano, 13 días después que en la tradición católica, Kiril I, patriarca de Moscú y de toda Rusia, máximo jerarca de la Iglesia ortodoxa rusa, expresó su respaldo a la operación militar del Kremlin en Siria.

De acuerdo con el patriarca ortodoxo, los bombardeos de la aviación rusa en el país árabe son de carácter defensivo, toda vez que buscan defender la patria y se corresponden con la idea de una guerra justa.

Kiril I –en entrevista difundida esta tarde por Rossiya-1, el principal canal de la televisión pública– explicó: “Matar es, sin duda, pecado… Pero el evangelio define con claridad algunos casos en que puede estar justificado causar la muerte: cuando uno está dispuesto a entregar la vida propia para salvar la de los demás, lo cual constituye el fundamento de toda guerra justa”.

Y agregó: Ya San Agustín intentó establecer los parámetros de esa clase de guerra en el lejano siglo V. Ahora, tal vez, ha cambiado un poco la percepción de las cosas, pero la esencia es la misma: se debe recurrir a las acciones militares para proteger al ser humano, a la sociedad, al Estado.

Según el jerarca religioso –que envió un mensaje de apoyo a los militares rusos que se encuentran en Siria–, lo que sucede en la distante Siria, y en realidad cercana por ser un país vecino nuestro, es una forma de defender la patria.

Afirmó que las misiones de la aviación de Rusia contra el llamado Estado Islámico y otros grupos yihadistas en el país árabe son justas porque obedecen a la intención de evitar que se expanda el terrorismo, el cual si llegara a vencer en Siria podría ensombrecer la vida de nuestro pueblo y traer más desgracias y calamidades.

El pueblo ruso, subrayó el patriarca ortodoxo, conoce muy bien los horrores del terrorismo: la toma de rehenes en la escuela de Beslán, los atentados suicidas en Volgogrado, la bomba en el avión en el Sinaí. Imposible enumerar todo el dolor causado en Rusia.