Diagonales para el diálogo
n joven me dice que otros jóvenes le dicen que escribe como viejito. ¿Como Homero?, pregunto, y se ríe. Me quedo sin saber de qué se ríe ni, vaya inquietud, qué precisamente le quisieron decir aquellos jóvenes.
La política cultural, según inequívocamente el término lo indica, de modo sustantivo es primero política, luego adjetivamente cultural.
¿Por qué desde hace bastante tiempo tengo la impresión de que ciertas normas de los concursos literarios, en particular los de obra poética inédita, apuestan a la impersonalidad de la palabra, al arte sin sujeto emisor, lo que de alguna manera invita a la caligrafía sin alma, a una especie de secretariado escritural, al todo en orden, al –casi– sin novedad?
¿En qué momento –me despiertan mis terrores nocturnos (que aunque eso son, terrores, y nocturnos, y por tanto no hay que hacer mucho caso–, como todo delirio algo parecen decir, algo dirán)– la corrección poética traslapó la poesía?
Concedamos –no: tengamos fe en– que toda decisión de todo jurado literario es del todo limpia, honesta, consciente, de buena aunque necesariamente crítica fe… No por ello dejemos de pensar en dónde se deciden los jurados, en quiénes los deciden. Bien que el azar ya mayor o menor su chuchara mete, decidir un jurado es en buena medida decidir la dirección de un reconocimiento, la zona –no digo el individuo– en la que irá a parar.
Música –escuché en algún disco subrayar a Celso Piña– es música, con lo que destacaba la calidad de tal arte frente a encasillamentos: que si rock o cumbia, si popular o clásica, si consagrada o emergente, si mainstream o indie. El teatrero Héctor Caro –con quien a sus 22 años montamos un recital escénico y a quien, tras su extensa experiencia en escenarios sudamericanos hace poco encontré–, en alusión a una respuesta que sobre la llamada poesía infantil en la sede quiteña del Fondo de Cultura Económica di, indicó: Teatro es teatro; antes, por algo decir, que ser para adultos o infantil o equis, teatro es teatro. ¿Quieres llegar a un arte sin adjetivos?, me apresurará alguno. Quizá a un arte ya fresco, ya a fondo, mas dialogante, de algún modo socrático: tan gentil como sin concesiones.
Heitor Villa-Lobos: la música popular es horizontal y la música culta vertical; yo soy diagonal.
La cultura, a mi ver, no se produce, nada más se genera –y por supuesto, genera más, nueva cultura.