Después de competir cuatro años en el futbol europeo con cinco equipos diferentes, e incluso estar bajo el mando del técnico portugués José Mourinho, el tapatío Ulises Dávila vuelve a México para integrarse al Santos Laguna y demostrar su crecimiento, así como la experiencia que obtuvo en las canchas del viejo continente.

El delantero de 24 años deja claro que aunque le habría agradado seguir en Europa, su retorno al balompié mexicano no es un retroceso; al contrario, este reto lo considera una oportunidad para dar revancha y seguir desarrollándome en mi carrera. El futbol nacional es muy competitivo y sé que este regreso me ayudará.

Dávila sorprendió en 2011 cuando dejó la escuadra juvenil de Chivas tras fichar cinco años con el Chelsea, uno de los equipos con más prestigio en la Liga Premier Inglaterra.

El atacante viajó a Europa con el mismo sueño de todo futbolista: crecer profesionalmente y ganar reconocimiento a nivel internacional.

No obstante, en ese entonces Dávila tenía 19 años y aunque había sido parte de la selección mexicana Sub-20, carecía de experiencia con el Tri mayor, requisito que debía cumplir para obtener su permiso de trabajo en Inglaterra, por lo que la directiva del Chelsea cedió en préstamo al mexicano con el Vitesse de la liga holandesa.

Después de una temporada en la Eredivisie, el atacante pasó al Sadabell de España, para más tarde vestir la playera del Córdoba, con el que consiguió el ascenso. Luego fue al Tenerife y Vitória Setúbal de Portugal.

Los constantes cambios de escuadra se convirtieron en un arma de dos filos: aunque adquirió experiencia, está consciente de que no logró alcanzar un mejor desarrollo en el dominio del balón como esperaba cuando aceptó la propuesta de viajar al viejo continente.

–¿Haber cambiado tanto de equipo afectó tu nivel futbolístico?

–Sí. Si hubiera estado más estable en algún lugar habría logrado un rendimiento óptimo. Cuando mejor me empezaba a sentir, estaba más compenetrado con los compañeros y metía goles, se acababa el torneo y tenía que esperar al siguiente año a ver a dónde me mandaban. Incluso como persona necesitas estabilidad, pero no me arrepiento de nada.

La travesía del jalisciense le permitió conocer la complejidad del balompié europeo, el cual describe como más dinámico, rápido e intenso, aunque al final de cuentas el futbol es lo mismo en todos lados.

En entrevista con La Jornada recuerda parte de la experiencia en el balompié de Europa, donde debía comenzar de cero en cada equipo al que llegaba y pelear por un lugar en la alineación inicial ante una fuerte competencia.

“Tuve muchos ratos buenos y malos, a veces no te toca alinear y sientes que el mundo se te viene encima. Los peores momentos son cuando no estás jugando, porque es lo que más te gusta hacer.

Con el Córdoba mostré regularidad, disputé casi todos los partidos, marqué ocho goles y fue donde me sentí más pleno. Al final no pude quedarme más tiempo por cuestiones del Chelsea, indicó.

Afuera de la cancha también tuvo que enfrentar otros retos; desde tener que aprender otro idioma de manera continúa, así como adaptarse a diferentes climas y culturas en poco tiempo.

Es difícil llegar a un país con otra lengua, tener que acostumbrarse a otro tipo gente, cultura y comida. Hay momentos difíciles pero uno como futbolista tiene que sobreponerse a esas cosas para tratar de salir adelante, señaló Dávila.

Entre las experiencias que vivió sobresale la oportunidad de haber trabajado dos pretemporadas con el entrenador Mourinho, en ese entonces al frente del Chelsea.

Es un técnico que exige día a día el ciento por ciento de cada jugador. Trabaja bien, tiene técnicas muy buenas que como futbolista te gustan, te divierte al entrenar, te deja un gran aprendizaje, pero sí era una persona muy particular, dijo el atacante sobre el polémico timonel.

El periplo ha concluido y Dávila jugará por primera vez en la primera división de la Liga Mx con la playera de los Guerreros, aun cuando se formó en la cantera del Guadalajara, equipo que en años anteriores intentó repatriarlo sin éxito.

Chelsea quería que fuera a otro club en calidad de préstamo, pero ya no tenía ganas de eso, deseaba encontrar uno con el que no tuviera que ir cedido, que apostara por mí y con el que pudiera estar dos o tres años para sentir que tenía una casa estable. Estar cambiando era complicado, expuso el jugador al explicar sus motivos por el que aceptó dejar Europa.

Señaló que la directiva del Santos mostró interés desde hace tiempo por ficharlo, motivo por el que aceptó defender sus colores: Fue un equipo que me dio confianza.

Tras su aprendizaje en Europa, el delantero está motivado y afirma que llega a México como un jugador maduro de calidad y que puede marcar diferencia en la cancha.

Antes era más niño, ahora soy más profesional en lo mental y en lo futbolístico. Ya quiero empezar a jugar para demostrar que crecí, que aprendí y que trabaje muy fuerte, indicó.

Aunque no descarta algún día regresar al viejo continente, prefiere ir paso a paso y enfocarse en el reto que tendrá con el conjunto de la Comarca Lagunera en el torneo Clausura 2016.