Montevideo.

El ex presidente de Conmebol, Eugenio Figueredo, de 83 años y acusado de estafa y lavado de dinero, fue ingresado ayer a un hospital con molestias en el pecho. Apenas horas antes había sido remitido a prisión luego de aterrizar el jueves en Uruguay, donde de inmediato fue interrogado.

Se sintió indispuesto y por precaución la juez del caso, Adriana de los Santos, dispuso consulta médica que derivó en la posterior internación de Figueredo, confirmó el fiscal Juan Gómez, quien señaló que la magistrada determinó que además sea revisado por un médico forense.

El fiscal señaló que todo indica hasta el momento que Figueredo, a quien la justicia envió a prisión durante su juicio, debería retornar a la cárcel de Montevideo en las próximas horas.

El ex dirigente estaba detenido en Suiza desde el pasado 27 de mayo en el marco del FIFAgate y fue extraditado a petición de Uruguay. Si bien su defensa solicitó prisión domiciliaria por su avanzada edad y delicado estado de salud, la juez denegó ese requerimiento por ahora.

En su declaración ante la justicia uruguaya, Figueredo “reconoce que al ser evidentes los manejos indebidos de dinero en la Conmebol, y por los contratos que ésta firmaba, al asumir como presidente, procuró legalizar (sic) la plata dulce (sic) que se repartían en una red de corrupción, que lamentablemente azotó al futbol sudamericano, en impunidad que se ha mantenido durante décadas, señaló Gómez.

Según el fiscal, de las declaraciones de Figueredo se desprende “que recibía importantes sumas de dinero, en función de estratagemas que urdían diversos integrantes de la citada Confederación, con la finalidad de mantener un statu quo de una aviesa forma de corrupción”.