Los supermercados y tiendas de autoservicio, encabezadas por Walmart y Oxxo, incrementaron en 7.5 por ciento su número de sucursales en México y en 8.8 por ciento sus ventas en los últimos 10 años. Pese a ello, no han logrado desplazar a los 950 mil pequeños negocios del primer lugar de la comercialización de alimentos, según la investigación que realizó este año la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece).

Los negocios al menudeo, encabezados por las tiendas de abarrotes, puestos en los mercados y tianguis, pollerías, tortillerías, panaderías y carnicerías, reciben 79.2 pesos de cada cien pesos del gasto total que hacen los mexicanos en alimentos; el restante 20.8 ciento corresponde al canal moderno del comercio minorista, integrado por supermercados, tiendas de autoservicio, clubes de membresía y tiendas de conveniencia. El organismo considera que la preminencia de los pequeños negocios sobre las grandes cadenas comerciales se explica por el bajo nivel de ingresos de la población.

Mayoría con bajo nivel de ingreso

Para la mayoría de los mexicanos las tiendas de abarrotes son la principal fuente de abasto cotidiano, pues el escaso nivel de ingreso no les permite comprar volúmenes por los que valga la pena trasladarse a las tiendas de autoservicio. En todos los hogares, 30 por ciento del gasto en alimentos para consumo en el hogar se ejerce en las tiendas de abarrotes, pero el porcentaje se eleva a 42 por ciento en el caso del decil con más bajos ingresos, puntualiza.

Las cadenas de supermercados son preferidas por la población de mayores recursos y les destinan 46 por ciento de su gasto total en alimentos, precisa la investigación de 570 páginas de la Cofece sobre las condiciones de competencia en la que desglosa cada eslabón del sector agroalimentario mexicano.

El organismo destaca que a partir de análisis de precios, las tiendas de conveniencia y los supermercados venden más caro que los mercados y las tiendas de abarrotes. Aunque conservan la preminencia en el abasto de alimentos en el país, los pequeños negocios sí han resultado afectados por la expansión del canal moderno, pues perdieron 3.1 puntos porcentuales en la repartición del mercado en el último quinquenio, al pasar de 82.3 por ciento en 2010 al referido 79.2 por ciento.

El canal moderno ha sido más dinámico en cuanto a la apertura de establecimientos, pues las tiendas de autoservicio crecieron a una tasa anual de 7.5 por ciento en la década referida y los pequeños negocios apenas 2 por ciento. Además, se estima que cada año dejan de funcionar 30 mil puntos de venta del canal tradicional.

En el país los pequeños negocios de venta de alimentos constituyen una forma de autoempleo familiar, cuentan con productos limitados, carecen de tecnología para administrar su inventario, reponen la mercancían conforme sus ventas diarias lo permiten y la mayoría sólo realiza transacciones en efectivo, según el estudio.

Hay 42 mil establecimientos del canal moderno que pertenecen a 42 tiendas de autoservicio, con variedad de productos. Sus sucursales más pequeñas son de 250 a 500 metros cuadrados y las más grandes rebasan 10 mil metros cuadrados, pues hay megamercados, hipermercados, clubes de membresía, supermercados, bodegas, tiendas exprés y de descuento, así como tiendas de conveniencia.