Dirigentes del magisterio disidente señalaron que el reconocimiento del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) de la existencia de diversas fallas en la evaluación del desempeño docente confirman lo que hemos denunciado desde hace muchos meses: que se trataba de un proceso caótico que no fue correctamente organizado y que trató de imponerse a como diera lugar.

En entrevistas por separado, dirigentes magisteriales de Michoacán y el Distrito Federal sostuvieron que tienen indicios claros, incluso de quienes participaron como organizadores, de que esta evaluación del desempeño fue un rotundo fracaso.

Francisco Bravo, ex secretario general del magisterio disidente en la capital del país, señaló que el balance presentado por el INEE, el cual admite que el proceso de evaluación no se dio en condiciones adecuadas y hubo fallas en las listas de quienes fueron convocados, en la entrega de claves y hasta en la forma en que se respondió el examen, demuestra que se trata de una evaluación burocrática, que se quedó en el nivel virtual, porque no toca las aulas ni las complejas condiciones que ahí se enfrentan.

El INEE, dijo, ha tenido que aceptar que los operativos policiacos, el traslado de profesores incluso en helicóptero –que seguramente tuvo altos costos– y concentrarlos hasta 24 horas antes de la prueba sólo generó que las propias instancias que se sumaron a este proceso reconocieran que no hubo condiciones dignas para evaluar a los maestros.

Juan José Ortega Madrigal, secretario general de la sección 18 de Michoacán, destacó que es muy interesante el balance que realiza el INEE, porque coincide con lo que la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación ha estado denunciando, como también nos parece muy importante la reflexión del rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, Enrique Graue, cuando señala que esta reforma no es en los hechos educativa.

Sostuvo que debe mantenerse la posibilidad del diálogo con la administración federal, precisamente porque los maestros no somos los únicos que estamos señalando que se avanzó por un camino equivocado.

En tanto, Enrique Enríquez, secretario general de la sección 9 del Distrito Federal, indicó que son las autoridades educativas las que no quieren reconocer lo evidente: que hubo fallas en la evaluación de los maestros y ésta no se puede imponer por la fuerza.

Agregó que el magisterio disidente ha aportado sus propuestas, su voluntad de sumarse a procesos de evaluación integrales, que sí tomen en cuenta las desventajas sociales que enfrentan los alumnos y las condiciones de precariedad en que se realiza la labor docente. Ahora, el propio INEE ha tenido que reconocer que las cosas no fueron tan exitosas como pregona la Secretaría de Educación Pública.