Madrid.

Un día después de la agresión que sufrió ayer en Pontevedra, el candidato del Partido Popular (PP) y presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, instó a sus compañeros de filas y simpatizantes a no sacar conclusiones políticas del acto de violencia, después de que se intentó relacionar el ataque con el tono elevado de los últimos días de la campaña electoral.

Se trató de un incidente aislado, como confirmaron el propio mandatario y la policía, que recabó toda la información sobre el agresor, un joven de 17 años vinculado a grupos ultras de futbol, sin tendencia política clara y que habría decidido actuar contra Rajoy después de envalentonarse con unos amigos a través de un chat.

A pesar de que la agresión recibió las condenas unánimes de todos los partidos políticos, entre ellos el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), varios dirigentes del PP y periodistas conservadores intentaron relacionarla con el tono empleado por el aspirante presidencial, el socialista Pedro Sánchez, durante el debate del lunes anterior, en el que acusó a Rajoy de no ser decente para dirigir el gobierno de España, después de haber apoyado a Luis Bárcenas, quien fue tesorero del partido conservador durante dos décadas y hoy está acusado de corrupción.

Pero el mandatario intentó volver a la normalidad al subir a su cuenta de Twitter un video en el que aparece haciendo ejercicio en una caminadora en el hotel de Barcelona donde pasó la noche, con un mensaje que dice: Feliz jueves desde Barcelona. Seguimos avanzando.

Con esto buscó restar importancia al asunto y se limitó a agradecer los numerosos gestos de solidaridad y de apoyo recibido en los últimos días. De acuerdo con una encuesta no oficial, que se publica desde Andorra ante el impedimento legal de hacerlo en España, este incidente le ha arrojado beneficios electorales al PP, que no sólo ha dejado de perder votos, sino que ha recuperado terreno frente al partido emergente Ciudadanos.

La ley electoral de España establece que durante los cinco días anteriores al de la votación –el domingo entrante– queda prohibida la publicación de sondeos por cualquier medio de comunicación. No obstante, desde el pasado lunes se publicaron al menos siete grandes encuestas, desde Andorra –pequeño país soberano del suroeste de Europa– y sin citar de forma expresa a los partidos políticos.

Entre los medios de comunicación que han publicado encuestas, siempre a través de Andorra, está el diario catalán El Periódico, que difunde diariamente la evolución de la intención del voto en los últimos días de campaña. Según estos sondeos exprés hechos con una reducida población, PP y PSOE dejaron de perder votos e incluso han recuperando terreno.

Podemos enfrenta la última parte de la campaña con vigor y ha logrado ubicarse a sólo un punto de lograr el segundo lugar, ya muy por delante de Ciudadanos y su candidato Albert Rivera.

Las encuestas no mencionan los partidos por sus nombres para evitar problemas legales, pero utilizan símiles de fruta o de alimentos. Por ejemplo, para referirse al PP señalan que el precio del agua subió de 25.4 a 26.2 euros. Es decir, que la formación conservadora ganó ocho décimas de punto en las últimas 24 horas, probablemente gracias a la agresión que sufrió su candidato. Mientras la fresa, en alusión al PSOE, mejoró ligeramente y llegó a 21.3 por ciento. La berenjena (Podemos) tiene 20.4 por ciento, y por último, las naranjas (Ciudadanos) descendieron a 15.9 por ciento.