a semana pasada celebramos en Pnom Penh, Camboya, la reunión del Comité Ejecutivo de IndustriALL Global Union a escala mundial, que representa a más de 50 millones de trabajadores de 140 países en los sectores de la industria manufacturera, la energía y la minería. La apertura estuvo a cargo del presidente Berthold Huber y del secretario general Jyrki Raina, ambos simbolizando a los sindicatos más fuertes de Alemania y de Finlandia, respectivamente.

Los asuntos más importantes en la mesa del análisis y la discusión fueron los temas en torno al salario vital, la negociación colectiva y la sindicalización en algunos de los países miembros de la organización. También se abordaron la crisis de los refugiados, los derechos fundamentales y la protección social, así como los derechos humanos y laborales y las alternativas para consolidar la unidad y la solidaridad internacional entre otras estrategias básicas de la lucha social por mejorar las condiciones de trabajo y el bienestar de la clase obrera.

Asimismo, se definieron el programa de acción, los objetivos y las estrategias para 2016, particularmente las acciones en contra de los abusos y la explotación que ejerce el capital global, destacando los avances en los conflictos más relevantes como el de los mineros de México y otros más.

Un día antes de la reunión del Comité Ejecutivo Mundial, el 8 de diciembre, se analizó el informe sobre la primera Conferencia Mundial de Mujeres de IndustriALL, que se celebró en Viena, Austria, del 14 al 16 de septiembre de 2015. Las participantes de 60 países se unieron para abordar los desafíos que enfrentan las mujeres en el lugar de trabajo. También se puso en marcha un programa destinado a fomentar la capacitación política y de organización de las mujeres de todos los continentes, de manera que tengan capacidad de acción efectiva en todos los procesos de representación y áreas de negociación. La conferencia aprobó una Carta de igualdad y un documento sobre La sostenibilidad y las mujeres, en el que se delinean sus reivindicaciones y las medidas prácticas para satisfacerlas.

Se discutieron y aprobaron solicitudes de nuevas afiliaciones de organizaciones de diversos países, al tiempo que se estudiaron y adoptaron algunas expulsiones de sindicatos y federaciones que no solamente no han cumplido con las reglas de IndustriALL, sino que han cometido acciones contrarias a sus intereses. En este último caso y para superar una vergüenza de nuestro país, fue expulsado el llamado Sindicato progresista de obreros y empleados de la industria de extracción, fundición y fabricación de metales, hierro, autopartes, sus similares y derivados de la República Mexicana, afiliado a la Federación Vanguardia Obrera de la CROC, que maneja Salim Kalkach Navarro. En este caso particular, además de las razones anteriores, fue expulsado por negarse a firmar el Memorándum de Entendimiento sobre los Contratos de Protección Patronal, en contra de los cuales IndustriALL y la propia Organización Internacional del Trabajo han luchado incansablemente para que se eliminen.

El otro tema importante y fundamental para el futuro de muchos países fue la declaración de IndustriALL, basada en un documento elaborado por la región de Norteamérica, en la que manifiesta su fuerte oposición a la entrada en vigor del Acuerdo de Comercio Transpacífico (ATP), el cual fue recientemente finalizado por 12 países (Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Malasia, Brunei, Vietnam, Japón, México, Singapur, Chile y Perú). Las razones fundamentales para el rechazo por parte de la gran mayoría de sindicalistas del mundo son que el ATP representa un error profundo en la concepción de los acuerdos comerciales que privilegian en todo los intereses de las corporaciones más ricas por encima de los derechos de los trabajadores del mundo, con las consecuencias devastadoras para su libertad y su derecho a una vida mejor y más digna.

El hecho de que el ATP está fuertemente orientado a favor de las corporaciones multinacionales y en contra de los trabajadores y de sus comunidades no debería ser una sorpresa, ya que fue redactado en secreto por más de 600 abogados patronales y representantes de las grandes compañías, sin dar acceso a las negociaciones ni a los textos, como le ocurrió al gobierno de México.

La falta de transparencia se ha mantenido hasta el final porque el ATP sostiene el posible cuestionamiento y disputas por parte de las empresas multinacionales en contra de los reglamentos, estatutos y políticas de los gobiernos para proteger los intereses de los consumidores, de la población y del medio ambiente, así como los casos de la propiedad intelectual y las medicinas entre muchos otros bienes sociales.

En resumen, IndustriALL y sus afiliados se oponen a un nuevo tratado comercial que fue concebido para favorecer los intereses de los ricos en contra de los pobres.

En conclusión, y ahora que está de moda comentar sobre la próxima visita del papa Francisco a México, y a manera de reflexión para esta época de Navidad y fin de año, están algunas ideas contundentes redactadas por el propio pontífice en su exhortación apostólica Evangeli Gaudium, en que establece una crítica a las condiciones del sistema económico, donde pocos tienen mucho, mientras la gran mayoría sufre las consecuencias de una nueva tiranía invisible.

El Papa define: “Cuando la sociedad –local, nacional o mundial– abandona en la periferia una parte de sí misma, no habrá programas políticos ni recursos policiales o de inteligencia que puedan asegurar indefinidamente la tranquilidad. Esto no sucede solamente porque la inequidad provoca la reacción violenta de los excluidos del sistema, sino porque el sistema social y económico es injusto en su raíz”.

Y agrega: Mientras no se resuelvan radicalmente los problemas de los pobres, renunciando a la autonomía absoluta de los mercados y de la especulación financiera y atacando las causas estructurales de la inequidad, no se resolverán los problemas. La inequidad es la raíz de los males sociales.

El Papa continúa definiendo: “Algunos todavía defienden las teorías del ‘derrame’, que suponen que todo crecimiento económico, favorecido por la libertad de mercado, logra provocar por sí mismo mayor equidad e inclusión social en el mundo. Esta opinión, que jamás ha sido confirmada por los hechos, expresa una confianza burda e ingenua en la bondad de quienes detentan el poder económico y en los mecanismos socializados del sistema económico imperante”.

Palabras que están como destinadas para nuestro país, ya que son una demoledora crítica a quienes en México siguen una política exactamente contraria a la que él expresa.

Por razones de viaje, esta colaboración se reanudará en enero de 2016. Feliz Año Nuevo a todos los lectores y autores de La Jornada.