Rodolfo Neri Vela cuestionó ayer el despilfarro y la mala administración del país y lamentó que se quiere hacer creer que con unas simples reformas las cosas van a cambiar para bien.

En su discurso para recibir la Medalla al Mérito Cívico Eduardo Neri y Legisladores de 1913, el astronauta sostuvo que se quiere presentar las reformas como si con una varita mágica México se subiera a una catapulta que lo impulsará a la velocidad de la luz hacia un futuro muy brillante, mientras la corrupción y la impunidad siguen vigentes.

La postura del doctor Neri Vela recibió aplausos desde las curules de Morena, PRD y Movimiento Ciudadano, en contraste con el silencio de las otras bancadas. Incluso, cuando terminó su intervención ante el pleno, reunido en sesión solemne, los priístas se quedaron sentados mientras el resto de legisladores le aplaudió de pie.

Ante el tono de la exposición, un sector del PRI optó por dejar de escucharlo y atender a sus teléfonos, mientras desde la tribuna de la cámara el científico insistió: Es preciso reinstalar el civismo, materia que fue erradicada hace años por algún gobernante desorientado; inculcar valores nacionales, enseñar a respetar los derechos humanos, las leyes y reglamentos y, desde luego, tener profesores bien capacitados y remunerados con dignidad.

Recordó que su abuelo, Rodolfo Neri Lacunza, fue gobernador de Guerrero y murió con pocos recursos económicos. En sus últimos años, dijo, la gente lo saludaba con respeto y admiración.

Ojalá tuviésemos muchos ex gobernadores que pudiesen decir lo mismo de ellos, expuso, y esa frase generó el primer aplauso desde la izquierda del salón.

Enseguida lamentó que la corrupción y la impunidad van de la mano y que el fuero –que se otorga a funcionarios y legisladores– “se ha convertido en escudo contra la justicia; sólo se castiga a los llamados ‘incómodos’, igual que en una dictadura”.

Además consideró que desde el Poder Ejecutivo el derecho a la información pública es muy limitado. En la realidad nadie tiene acceso a la lectura de contratos millonarios ultrasecretos, que tal vez serán públicos muchísimos años después, cuando los involucrados ya no puedan ser cuestionados ni perseguidos, punzó.