¡Qué padre recibir estas noticias! Este premio es el mero bueno y se reconoce a Los Folkloristas, sí, pero es también para nuestros maestros, que son los creadores de esta maravilla, de toda esta riqueza de música, que son los indígenas, la gente del campo, los que preservan sus tradiciones. Nosotros simplemente las tomamos y las presentamos a nuestra manera ante públicos diversos. Lo que nosotros estamos tocando no es de nosotros, sino de ellos, expresó en entrevista José Avila, decano de este grupo que cumplirá 50 años de trayectoria en el primer minuto de 2016.

Es alegre, pero ayer se escuchaba más tras haber recibido la noticia de que ganaron el Premio Nacional de Ciencias y Artes en la categoría de tradiciones populares, que recibirán hoy en Palacio Nacional, de manos del presidente Enrique Peña Nieto. Este premio es extensivo para ellos, para el pueblo, para los trabajadores. Toda esta belleza y riqueza culturales es de ellos. Son los sectores sociales más desprotegidos no sólo de nuestro país, sino de toda América Latina. Es un reconocimiento a ellos y a nuestros valores reales; el arte popular, el tesoro más grande que nosotros podemos tener. Esto a pesar de sus condiciones sociales, de las injusticias y olvidos. Y siguen produciendo belleza, preservando sus tradiciones ancestrales, sus raíces.

Con el último minuto de 2015 se acabará su aniversario número 49, y con el primer minuto de 2016 iniciará su festejo por su medio siglo de carrera. “Es automático. El primer concierto público de Los Folkloristas fue en 1966 y fue por ahí de febrero o marzo, propiciado por Paco Ignacio Taibo padre; él nos llevó al Centro Cultural Tabasco. Ahí nos pusimos Los Folkloristas, pero el grupo ya estaba y tocábamos inclusive en reuniones familiares. En ese entoces sonaba mucho de lo que hacían algunos de nuestros compañeros que habían estudiado en París, como Rubén Ortiz, Jorge Saldaña y otros. Era difícil entonces oír a Violeta Parra, a Atahualpa, porque desde esos años ya estaba la época de las dictaduras militares en Latinoamérica. Nosotros nos fuimos formando poco a poco y fuimos aprendiendo a tocar los instrumentos, buscando y tratando de imitar los sonidos. Pero oír una zamba argentina era muy especial; tocar un guaynito boliviano, lo mismo. Nos hicimos parte de la nueva canción o canción de protesta.

“Nosotros hicimos la primera versión de El cóndor pasa, que no era popular. Conseguimos una versión grabada, quizá proveniente de París. Después de nosotros la rocó media humanidad e inclusive Simon & Garfunkel... ¡no, a mí no me gusta esa versión, porque yo conozco la original!”

Fueron de peña en peña, de plaza en plaza. Distancia de años, la palabra indio sigue siendo pronunciada con desprecio, con discriminación. Tristemente eso sigue. El malinchismo ahí está. Cuando en un concierto nos referimos a que tal pieza la hicieron indígenas, la gente aplaude. Con la música a mucha gente le cae el 20, y ya. Esos indios que todo mundo discrimina, a los que ven con superioridad y desprecio, y les dicen o piensan de ellos que por qué no trabajan, ellos que hacen música, por un instante en un concierto son otros, pero siguen siendo discriminados; en el Metro siguen siendo discriminados. Falta mucha información. Si un niño ve que su papá actúa de manera hostil contra un indígena aprenderá lo mismo. Hay mexicanos para los que no han pasado 500 años; sigue la Conquista y la Colonia. Falta, también, una política cultural adecuada. No han escuchado la canción de Viglietti que pide dar la mano al indio.

No hay que caer en depresion

Es de los tiempos del disco grandote. Llevan 27 grabados y manejan la disquera independiente Fonarte Latino. “Somos una empresa muy especial y no pretendemos lucrar, sino presentar proyectos culturales de todo género. No nos interesa si vende sólo 100 copias. Hay proyectos musicales que llevan 40 años en el mercado. Ese es el logro de Fonarte. Obviamente el mercado se está reduciendo, porque somos tercermundistas... todavía; las tiendas de discos son pocas y en Europa son tiendas boutique. Toda la parte digital ha crecido y vendemos por esa vía. Es una defensa. Lo digital ha ayudado. Ahí está y se puede escuchar todo gratis, de Fonarte”.

Avila considera que en México hay avances en materia de democracia representativa, pero insuficiente. Hay que estar atentos a la parcialidad de los medios de comunicación, sobre todo de la televisión. Hay corrupción. Hay nuevas leyes, pero aplicarlas cuesta trabajo. No hay que caer en depresión. Tarde o temprano daremos el paso.

El año que entra festejarán medio siglo de historia con un concierto en Bellas Artes, el 10 de septiembre, y grabarán un disco doble.