Caracas.

La opositora coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD) alcanzó la segunda mayoría calificada (dos tercios del Congreso) en los comicios legislativos del domingo con 112 escaños, que le permitirán ejercer el dominio parlamentario y convocar a una Asamblea Constituyente. En tanto, el presidente Nicolás Maduro advirtió que no aceptará ninguna ley de amnistía para opositores.

El mandatario, que pidió la renuncia de sus ministros para renovar su gabinete, aseveró que “graves delitos de lesa humanidad, de acuerdo con la Constitución, se cometieron en las guarimbas” (desórdenes en protestas), y que por eso no aceptará ninguna amnistía como anuncian los opositores. Advirtió: me podrán enviar mil leyes, pero los asesinos del pueblo tienen que ser juzgados.

Sobre la restructuración profunda del gobierno nacional, expuso: eso es lo que quiero, una agenda para la nueva etapa de la revolución, de profunda rectificación, de sacudimiento. ¡Carajo!

En su programa de radio y televisión En contacto con Maduro, sostuvo que en las legislativas ganaron los malos y el pueblo cometió un error con este voto, pero que lo defenderá de los atropellos que vienen. Por ello, informó que decretará una ley de estabilidad laboral para los próximos tres años ante exigencias de Fedecámaras de que se derogue.

También decidió donar por decreto el Cuartel de la Montaña, donde reposan los restos de Hugo Chávez, a la fundación que lleva el nombre del comandante, para evitar su profanación ante las amenazas de la derecha. Retó a los candidatos opositores que se fueron a las colas a hacer campaña a que ahora que ganaron acaben con las colas, pues ganaron con una oferta engañosa.

Maduro dijo que John Kerry (secretario estadunidense del Departamento Estado) se cree gobernador especial para Venezuela al hablar de un abrumador deseo de cambio de los venezolanos en los comicios y pedir que se dieran a conocer rápido los resultados. Del presidente electo argentino, Mauricio Macri, estimó que le va a ir mal y criticó su tremendo cambio sobre el retorno del Fondo Monetario Internacional.

De acuerdo con el tercer reporte del Consejo Nacional Electoral (CNE) divulgado este martes, de un total de 167 bancas, 109 (65.27 por ciento) corresponden a la MUD, tres (1.80) son para indígenas de partidos regionales vinculados a la coalición opositora y 55 (32.93) para el Partido Socialista Unido (PSUV), en el poder y que tuvo el control del Parlamento durante 16 años.

El lunes el organismo electoral daba 107 escaños a la coalición opositora, y ahora informó que los dos restantes que estaban pendientes fueron adjudicados a las opositoras Nirma Guaraulla y Karina Salanova, candidatas de los estados de Aragua y Amazonas, respectivamente. Los escaños para las etnias indígenas corresponden a Romel Guzamana, Gladys Guaipo y Virgilio Ferrer, y fueron asignados el martes.

La mayoría calificada de dos tercios otorga a la oposición plenas competencias para convocar referendos, hacer reformas, impulsar una Asamblea Constituyente, remover a magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), del CNE y otros poderes públicos. Además, podría hasta propiciar la salida anticipada del presidente en ejercicio, entre otras medidas.

Pero analistas advirtieron que los otros cuatro poderes públicos –Ejecutivo, Judicial, ciudadano y electoral– son dominados por seguidores de Maduro y éstos tendrían la última palabra frente a cualquier reforma legal: podrían vetar leyes consideradas anticonstitucionales, no promulgarlas o retrasarlas.

El secretario general de la MUD, Jesús Torrealba, aseguró que la prioridad de los diputados, que ocuparán sus escaños a partir del 5 enero, será la reconciliación nacional y atender la agenda económica. Agregó que no llegan para una “vendetta política”.