En un intento por hacer visible la grave crisis de derechos humanos reflejada en las miles de desapariciones y asesinatos ocurridos en el país durante los años recientes, decenas de personas de todas las edades depositaron sobre la plancha del Monumento a la Revolución múltiples y diversas prendas de vestir que representaban a víctimas de la violencia en México.

A través de las redes sociales, con el hashtag #AcciónPonerElCuerpoSacarLaVoz, diversas organizaciones civiles y de derechos humanos, así como bandas y grupos de rock, ska y punk, convocaron a esta acción colectiva de indignación, la cual duró varias horas y concluyó con la entrega de la ropa a organizaciones asistenciales para que sea distribuida entre personas necesitadas.

Varios integrantes del grupo Panteón Rococó destacaron la situación permanente de violaciones a los derechos humanos y de violencia que vive el país, pero además, la inacción del gobierno que causa la impunidad.

Rodrigo Bonilla Gorri, guitarrista de la banda, destacó el clima de violencia e inseguridad que se vive de manera particular en algunas zonas del país, y que ha obligado incluso al grupo a no presentarse con su música. Resaltó que después de varios años, Panteón Rococó regresó a Tampico, Tamaulipas, pero en un concierto que estuvo bajo la seguridad del Ejército Mexicano.

En la convocatoria, el Comité Cerezo México, el Grupo Crew A Piedecalle y Urtarte, organizaciones convocantes señalaron que esta campaña se enmarca dentro de la conmemoración del Día Internacional de los Derechos Humanos, del próximo 10 de diciembre.

Además, Francisco Cerezo, del Comité Cerezo, señaló que Poner el cuerpo, sacar la voz es una instalación que pretende constituirse en acción y grito frente a la indiferencia, la apuesta al olvido y contra la naturalización de una realidad terrible, que son la desaparición y los asesinatos que se multiplican en el país.

Desde las 10 de la mañana y hasta pasadas las 15 horas, en el lado oriente de la plancha del Monumento a la Revolución, fueron colocadas una a una las decenas de prendas para recordar a quienes han sido víctimas del clima de violencia.

Los organizadores calificaron de impactantes las cifras que revelan la grave situación de un país, que pese a no vivir en medio de un conflicto armado, tiene más de 150 mil personas asesinadas entre diciembre de 2006 y agosto de 2015, que incluye a miles de migrantes en tránsito. Además de cuando menos 26 mil personas cuyo paradero se desconoce de 2007 a la fecha, y unos 40 mil feminicidios en tres décadas, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.