Lunes 7 de diciembre de 2015, p. a13
Londres. El descubrimiento de un nuevo Da Vinci siempre causa sensación, pero desde hace años está en entredicho si La bella principessa fue pintada realmente por el artista italiano. Un falsificador de arte británico asegura ahora que él es el autor del retrato y que la modelo es Sally, una cajera de supermercado. Pinté el cuadro en 1978, cuando trabajaba en Co-op
, una cadena de supermercados británica, afirma Shaun Greenhalgh en su libro A forger's tale. El mundo del arte se juega mucho tras esta revelación: mucho dinero y el prestigio de algunos expertos, que están convencidos de que La bella principessa es un verdadero Da Vinci, el cual fue valorado en al menos 100 millones de euros (106 millones de dólares). Greenhalgh asegura que utilizó como lienzo un documento de 1587 y como base la tapa de un escritorio victoriano. Al dibujar, giró el cuadro para imitar a Da Vinci.