l martes pasado fue develado el cartel del festival de cultura latinoamericana Vive Latino 2016, y ya casi por deporte o como acto reflejo irreflexivo las quejas han llovido por todos los frentes. Sin embargo, en honor a la objetividad, se trata de una equilibrada selección que retoma, tal como afirmaron sus organizadores (Jordi Puig y Ocesa), la esencia del festival. Esto es: incluir en su mayoría a artistas cuya lengua materna sea el español. Y no sólo eso: reunir un alto porcentaje de bandas mexicanas (en recientes ediciones relegadas por angloparlantes), que quienes estamos cerca sabemos se encuentran en constante movimiento dentro del circuito local. Por supuesto, también hay sorpresas, regresos, nombres desconocidos, ausencias, pero en general hay equilibrio en cuanto a escenas, nacionalidades y géneros. Es notorio que sus programadores reaccionaron a lo desarticulada que resultó la edición 2015, así como a las múltiples observaciones provenientes de personajes especializados, en aras de volver a dar vida al festival más importante de Latinoamérica en su género.

A efectuarse los días 23 y 24 de abril en el Foro Sol, la reducción a dos días es también importante (llegó a ser de tres y hasta cuatro días), no sólo porque lo hace menos cansado, sino que, como se ha demostrado en los festivales que han proliferado, sobre todo en el Distrito Federal, Guadalajara y Monterrey, es mejor abarcar menos pero ser fieles a un concepto claro y definido. El punto en contra es que esto hace que disminuyan los espacios para incluir bandas, pero no se puede todo. Sólo se espera que la calidad de audio y logística se mantenga a la altura.

Los detractores, que en realidad desconocen la escena, debieran darse un tiempo para conocer a muchos de estos artistas y darse cuenta de que hay verdadero talento nacional. Si bien se trata de muchas bandas que podemos ver aquí con frecuencia, lo distintivo es el sentido de la fiesta (exponer en un solo plano mucho de lo que hoy está sonando) y la amplia convocatoria con que aún cuenta el festival.

Entre lo más taquillero (aunque aún faltan bandas por revelar): Café Tacvba, León Larregui, Vicentico, Carla Morrison, Enrique Búnbury, Natalia Lafourcade, Auténticos Decadentes, Cultura Profética, DLD, Plastilina Mosh, Porter. También destacan: Disco Ruido, Maligno, Gepe, Julio Revueltas, Todos tus Muertos, Heavy Nopal, Pumcayó, Agrupación Cariño, Apolo, De Nalgas, Comisario Pantera, Liquits, Reyno, Sekta Core, Juguete Rabioso, Los Yerberos, Silva de Alegría, Black Overdrive, Toreros Muertos, entre otros. Buen elenco no hispano: The Prodigy, Savages, Goran Bregovic. Cartel total.

León Larregui, líder del grupo Zoé, que se presenta el 9 y 10 en el Auditorio NacionalFoto Chino Lemus

Lejos del rockstarismo

A un año de ejecutar uno de los conciertos más impactantes que haya ofrecido una banda mexicana en el Foro Sol, Zoé, grupo encabezado por León Larregui, repite hazaña, ahora con cuatro fechas en el Auditorio Nacional: un acto que hay que presenciar. ¿Por qué? Zoé no aburre porque sus conciertos nunca son iguales. Según se presenció los días 2 y 3, su gran cualidad es no ser estáticos: en cada gira cambian de arreglos, sonidos, vestidura visual. En excelente forma musical e instrumental (Sergio Acosta, Ángel Mosqueda, Rodrigo Guardiola, Jesús Báez) y con Larregui en perfecta salud vocal y escénica, cálido y bailador, el quinteto ofrece un acto conciso, nada pretencioso, con una gran pasión por la música, los detalles sónicos y el buen gusto. Atmósferas espaciales, timbres analógicos y distorsiones elegantes dan forma a un perfil que siempre suena impecable en vivo. Da gusto ver la evolución de esta luchona banda, lejana al rockstarismo y los egos, cercana al trabajo arduo. Esta serie de conciertos cierra una gira internacional de dos años del disco Prográmaton (2013). Nuevos shows: diciembre 9 y 10. Auditorio Nacional, 20 horas, $315 a $2940.

Bestia y Knotfest

Viernes 4. Bestia. Este festival de propuestas arriesgadas (noise, música contemporánea, jazz, hardcore) vuelve en tercera edición, ahora con el artista avant-garde John Zorn a la cabeza, los días 4 y 5 de diciembre. Viernes: Concierto semi acústico; de México: Dora Juárez + Micro-Ritmia; Biblioteca Vasconcelos, 19 horas, entrada libre. Sábado: de México, Klezmerson; de Estados Unidos: el ensamble Zorn + Bill Laswell + Dave Lombardo; Abraxas y Secret Chiefs 3. Lunario, 21 horas, $720. Detalles.

Sábado 5. Con elenco disímbolo y para algunos un tanto fresa, pero importante como avance para los festivales de metal en México, el Knotfest, encabezado y curado por los estadunidenses de Slipknot, ofrecerá un día de atracciones circenses y mucha distorsión: Megadeth, Brujería, Lamb of God, HIM, A day to remember, Trivium, Ill Niño, Atreyu, Here comes the kraken, entre otros. Centro Dinámico Pegaso (Toluca). 12 horas, $1500 (Ticketmaster). Detalles. (más conciertos).

Twitter: patipenaloza