París.

Atender los efectos del cambio climático en su territorio cuesta a México entre 6 y 7 por ciento de su producto interno bruto, y llevar a la práctica las medidas para evitar y revertir los daños al ambiente se estima que puede tomar hasta 4 por ciento de la riqueza nacional, declaró el titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Rafael Pacchiano.

Por eso, subrayó, es importante atender los efectos de la afectación ambiental y no hacer como que no existe.

La finalidad de México –señaló el funcionario– es evitar que la temperatura no suba más de dos grados, porque de ocurrir los fenómenos hidrometeorológicos van a ser mucho más fuertes, más constantes; habrá más sequías, los ciclos agrícolas y las corrientes marinas van a cambiar con repercusiones en materia de biodiversidad y, por tanto, la seguridad alimentaria podrá verse afectada.

Por sus características geográficas y condiciones sociales desfavorables en algunos sectores, el país es altamente vulnerable a los efectos adversos del cambio climático: en poco más de un siglo, las temperaturas superficiales terrestres y marinas se han incrementado en todo el territorio, especialmente en el norte del país, donde las modificaciones han oscilado entre 1.2 y 1.5 grados por arriba de sus promedios históricos.

Pacchiano Alamán, quien viaja en la comitiva del presidente Enrique Peña Nieto para participar en París en la Cumbre de Naciones Unidas sobre Cambio Climático COP21, que comenzará este día, declaró en entrevista que México fue el primer país en desarrollo en presentar sus contribuciones nacionales, su compromiso de reducción de emisiones y sin condicionarlos absolutamente a nada; no estamos pidiendo que nos apoyen financieramente o que nos transfieran tecnología para llegar a las reducciones que estamos planteando de 22 por ciento de nuestras emisiones de bióxido de carbono.

Además, subrayó, el otro propósito de reducir 51 por ciento del carbono negro, un contaminante de vida corta que no sólo calienta el planeta, también tiene implicaciones en la salud. Dijo que después de la propuesta mexicana lo hicieron Estados Unidos, Chile y China, igualmente aquejados por ese problema.

La otra propuesta de México pide incluir por primera vez en en el Acuerdo de París compromisos en materia de adaptación, porque todo el mundo se estaba enfocando en el tema de mitigación, de cómo reducir emisiones de bióxido de carbono, pero debido a que México es uno de los países más vulnerables y que ya estamos sintiendo los efectos del cambio climático, es necesario que se pongan sobre la mesa ese tipo de acuerdos, indicó.

Estos consistirían sobre todo –y así lo plantea la posición mexicana– en desarrollar sistemas de alerta temprana “para que igual que en el huracán Patricia podamos prevenir, avisar a la población, y que las pérdidas sean sólo materiales”.

Para el funcionario, el hecho de no tener todavía los consensos necesarios para aprobar la llamada ley de transición energética no impide llegar a los acuerdos que se buscan en París en el marco de la COP21, porque estos empiezan a partir de 2020 y hasta 2030, mientras los tiempos que marcará la nueva legislación son intermedios con los que se pretende suscribir aquí.

París, apuntó Pacchiano, busca ser el espacio donde todos los países –175 de 195– que ya pusieron en la mesa cuáles son sus compromisos, cumplan; que se fije un plazo de cinco años en los que estos se pueden estar revisando y que también se instrumente un mecanismo que supervise el cumplimiento de los diferentes países de manera transparente” y todos puedan ver el grado de desarrollo de los mismos.

Lamentó que por los hechos del pasado 13 de este mes cuando los ataques armados dejaron 130 muertos, la COP21 haya tenido que revisar la agenda y, desafortunadamente, hubo actos que se tuvieron que cancelar, muchos donde participaba la sociedad, eso es lo que no vamos a poder tener en esta cumbre. Fuera de eso las negociaciones siguen marchando normal, los países seguimos apoyando el acuerdo de París, no va a haber mayor problema, aseguró.