Apoyaron resoluciones en defensa de garantías individuales
Lunes 30 de noviembre de 2015, p. 4
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) llega al fin de una época con el retiro de los ministros Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero, quienes son los últimos representantes de la primera integración del pleno producto de la reforma constitucional de 1994.
Ambos, formados en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), llegaron al máximo tribunal por caminos diferentes: Silva Meza con una sólida carrera judicial –desde secretario de acuerdos a magistrado de circuito–, mientras Sánchez Cordero fue notaria pública y magistrada del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal.
Silva Meza fue presidente de la SCJN de 2011 a 2014, y se caracterizó por mantener un carácter independiente y autónomo que lo llevó a quedarse en minoría en muchos asuntos, entre otros:
En noviembre de 2007 se pronunció por que en el caso de la periodista Lydia Cacho se habían violado gravemente sus garantías individuales: Tengo la convicción plena de que en un estado constitucional y democrático de derecho, la impunidad no tiene cabida
.
En julio de 2006 votó, junto con el ministro Genaro Góngora Pimentel, en contra del pleno que resolvió no ejercer su facultad de atracción para que se investigara el halconazo del 10 de junio de 1971 y la matanza del 2 de octubre de 1968.
Hace unos meses votó por la inconstitucionalidad del arraigo.
Sánchez Cordero participó activamente en la primera sala de la SCJN en avanzar en la defensa del debido proceso legal, en el reconocimiento de los derechos de las personas del mismo sexo a contraer matrimonio y en el interés superior del niño, y votó en el pleno en favor de la legalización del aborto en el Distrito Federal.
Fue quien elaboró el primer proyecto de dictamen que ordenaba la inmediata libertad de la francesa Florence Cassez debido a la violación al debido proceso.
Una vez que deje el cargo, Sánchez Cordero regresará a la notaría pública de la que es titular desde antes de ser ministra, mientras Silva Meza se reintegrará a partir de enero próximo a impartir clases en su alma máter, en la Facultad de Derecho, donde prometió que acudirá a impartir clases y no incurrirá en el viejo vicio de que sea algún adjunto el que esté frente al grupo; además, colaborará –en menor medida– en el Instituto de Investigaciones Jurídicas.