Las consecuencias pueden ser imprevisibles
El financiamiento, el apoyo local e internacional, la intervención de agencias de espionaje y la eficiencia de los ataques aéreos contra los yihadistas, temas que analiza el coronel en la charla con este diario
Sábado 28 de noviembre de 2015, p. 25
Madrid.
El coronel Pedro Baños es un analista geopolítico, experto en terrorismo y diplomado del estado mayor español. En años recientes se ha dedicado a estudiar la escalada de tensión que se vive en los países árabes, pero también ha tenido una labor fundamental en las operaciones españolas en Kosovo. Baños, actualmente en la reserva, explicó en entrevista con La Jornada el riesgo de que los bombardeos iniciados por Francia exacerben el conflicto
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El coronel enseñó estrategia y relaciones internacionales en la Escuela Superior de las Fuerzas Armadas. También colaboró en la División de Asuntos Estratégicos y Seguridad de la Secretaría General de Política de Defensa como jefe del área de análisis geopolítico. Además, ha sido colaborador en la sede del Parlamento Europeo de Bruselas como asesor militar.
–¿Cuál es su opinión sobre la última escalada de tensión en el escenario internacional, a raíz de que se derribó un avión ruso en la frontera turco-siria?
–No deja de ser inquietante, porque una vez más hay que pensar que si bien todos los conflictos son multifacéticos, con muchas caras y aristas, en éste probablemente hay más, y más complejas. Es decir, estamos ante un conflicto religioso, económico, ideológico y de geopolítica regional y mundial, y tal como estamos viendo las consecuencias pueden ser imprevisibles. En cualquier momento se puede prender una mecha que sea difícil de parar, dada la cantidad de intereses y participantes.
–También es inquietante la fuerza que ha adquirido en tan poco tiempo el Daesh o Estado Islámico (EI)...
–Ahora mismo el Estado Islámico también se está sintiendo presionado, pero es cierto que durante mucho tiempo se le ha permitido estacionarse y consolidarse de la manera en que lo ha hecho, y en un territorio y una población. Es cierto que hay medidas para combatirlo, pero en cualquier caso no parecen muy afortunadas, sobre todo para rebajar el grado de tensión que se está dando en algunos países europeos. Por supuesto, se deben pensar cuáles son los objetivos de este grupo. Hay que recordar que el EI es mucho más que un grupo terrorista, aunque por supuesto comete o ha encargado actos terroristas, pero evidentemente es mucho más que eso y hay que estar conscientes de ello y de las repercusiones que puede tener en los países del entorno. Muchas veces no somos capaces de comprender otras mentalidades o las idiosincrasias de otros pueblos, y ello nos puede llevar a cometer grandes errores.
–Usted ha investigado profusamente el origen del EI y ha insistido en que para encauzar el conflicto se debe atacar precisamente ese origen. ¿Lo puede explicar?
–Si no entendemos los orígenes, quién lo ha financiado, quién lo ha apoyado, tanto en el exterior como en el interior, el sustrato poblacional que tiene... Si no entendemos todo esto, no vamos a acabar nunca con ellos, y aunque termináramos con la milicia del Estado Islámico, probablemente surgiría otro igual. Es decir, acabar con el terrorista que comete los actos es importante, pero no es suficiente. Hay que ir a la raíz del problema, quién maneja esos hilos...
–Usted señala que el petróleo y las piezas arqueológicas son la principal fuente de financiamiento. ¿Es así?
–Hasta ahora ha sido la venta del petróleo. Pero tampoco nos debemos llevar a engaño y no ver que las personas que forman parte del estado mayor del EI son gente muy capacitada que va a ir mutando en sus acciones y maneras de financiarse. En la medida en que le vayamos cercenando la fuente de financiamiento del petróleo probablemente irá mutando y a lo mejor cobrará más impuestos a su población o simplemente buscará otros fuentes, como secuestros, etcétera...
–Resulta paradójico que la mayoría del armamento de este grupo proceda de países occidentales...
–Tiene su explicación, porque a partir de la toma de Mosul, en enero de 2014, han ido capturando los depósitos de armas que habían sido donadas por Estados Unidos al ejército iraquí.
–¿Qué tanta credibilidad da a las tesis que apuntan a que en el origen y financiación del EI están algunas agencias de espionaje occidentales, sobre todo de Estados Unidos, Reino Unido y Turquía?
–Evidentemente es algo que nadie puede asegurar a ciencia cierta. Pero parece que todo apunta a que algunos servicios de inteligencia del entorno ayudaron en la creación de ese grupo. Lo que está claro es que un grupo de esa naturaleza, y cualquier que haya estudiado historia militar lo sabe perfectamente, no nace y se desarrolla del modo que lo ha hecho sin tener una potente ayuda desde el exterior.
–¿Son eficientes los bombardeos que está encabezando Francia en estos momentos?
–Probablemente para evitar que se siga expandiendo hay que adoptar alguna medida. Pero se debe tomar en cuenta que los medios aéreos no son un medio resolutivo, pues para ello hay que tener una fuerza terrestre y una fuerza eficaz. Si sólo se utilizan los medios aéreos, tal como vimos en Kosovo, eso sólo logrará exacerbar más el conflicto.