Hipnóticas atmósferas musicales son creadas por Estusha Grinberg, quien, influenciada por las ceremonias indígenas, fusiona su peculiar forma de canto con sonidos de diferentes culturas del mundo y de música contemporánea.

La artista mexicana presentará su disco más reciente, Wotan, integrado por nueve piezas de cantos étnicos, combinados, en este caso, con música electrónica.

En entrevista con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Estusha Grinberg consideró que este material discográfico es el crisol de lo que ha realizado durante más de dos décadas de trayectoria musical.

En mis otros discos he empleado computadoras e instrumentos electrónicos, pero no esta música, porque no había encontrado la fusión que me gustara, hasta que lo conseguí.

Destacó que la música electrónica fue una oportunidad para acercar a más público a su propuesta, en especial a los jóvenes y a personas que no escuchaban música étnica por considerarla rara.

En Wotan se incluye una enorme gama de letras, como cantos huicholes sobre la sanación y el conocimiento del híkuri (peyote), planta sagrada de la cosmovisión del pueblo huichol; cantos en sanscrito; cantos brasileños que nacen a partir de la esclavitud negra, y cantos étnicos de celebración de todo el mundo.

Además de fonéticas e improvisaciones se puede escuchar el balafón de Malí, el cajón peruano y la ngoma, arpa de Gabón.

Misticismo de Tepoztlán, su influencia

Para Grinberg, vivir desde pequeña en Tepoztlán, Morelos, considerado lugar místico por sus leyendas y tradiciones, influyó en su gusto por la música.

Es un lugar al que llega gente de todo el mundo y hay una parte indígena muy fuerte, enfocada en sus raíces. Desde niña me tocó convivir con estos elementos, los temazcales, las ceremonias y empecé a cantar como los indígenas; más tarde tuve estudio vocal, pero siempre eduqué mi voz con esa raíz de la Tierra.

Hija de Jacobo Grinberg, reconocido científico especializado en el estudio de las técnicas del chamanismo y su relación con una teoría de la mente humana, reconoció que el trabajo realizado por su padre fue inspirador, aunque en su caso optó por un enfoque artístico.

Aunque me jaló el lado del arte, todo esto que él trabajaba y descubría sobre que somos parte de un origen, converge en algún momento en el arte, la música y el canto, en el que hay un regreso a los orígenes, a la Tierra. Venimos todos de una sola cosa y la diversidad es el prodigio.

Estusha Grinberg ha participado con varios grupos y artistas, como Tania Libertad, Claudia Martínez, Jon Anderson (del grupo Yes), Café Tacvba y Maná; en 1992 fundó, junto con Pedro Vadhar, Cielo y Tierra, primer proyecto de World Music en México.

También se ha dedicado a investigar aspectos de la música de varias culturas del mundo, como África, India, Nepal, Turquía, países árabes, Bulgaria, Israel, Perú, Brasil, Argentina, Bolivia, México, Canadá y la parte indígena de Estados Unidos, así como algunos aspectos de la música celta.

Luego de un concierto en el pasado festival Cervantino, presentará Wotan el 28 de noviembre a las 13 horas en la Fonoteca Nacional (Francisco Sosa 383, Coyoacán). El 5 de diciembre estará en el Festival de Musicoterapia en Tepoztlán, y el 19 en el Foro El Tejedor (Nuevo León 115, Condesa).