Ninguna de las promesas que hizo el actual gobierno en torno a la reforma energética se ha cumplido: no se ha perforado ni un pozo petrolero, no existen nuevas centrales o líneas eléctricas y no han llegado las inversiones millonarias prometidas, advirtieron los senadores del Partido de la Revolución Democrática (PRD) Dolores Padierna y Alejandro Encinas.

Durante la presentación del libro Reforma para el saqueo, el foro petróleo y nación, el cual incluye diversos ensayos de especialistas en la materia, los legisladores resaltaron que esa cuestionada modificación constitucional no ha logrado incrementar la plataforma de explotación del crudo y tampoco ha dejado bienestar alguno para los mexicanos.

El libro, coordinado por Eliezer Morales Aragón y Juan José Dávalos López, fue presentado en el Senado de la República y dio pie al debate.

La senadora Dolores Padierna insistió en que no hay un solo proyecto productivo derivado de la reforma.

Se han registrado algunas inauguraciones y hay proyectos en construcción, pero todos ellos arrancaron en el contexto de la antigua legislación, antes de que se concretara la reforma energética entreguista, apátrida y, por si fuera poco, fracasada, señaló la legisladora.

Destacó que a falta de resultados tangibles, el gobierno federal presenta como propias las políticas y obras que fueron decididas en sexenios anteriores, como el remplazo de diésel y combustóleo por gas natural en la generación de electricidad, o la ampliación de la red troncal de gasoducto, así como las medidas para eliminar del desabasto de gas y el aprovechamiento de las fuentes renovables de energía y la cogeneración.

Medias verdades del titular del Poder Ejecutivo

No se pueden encontrar resultados exitosos donde no los hay. Y como los millones de puestos de trabajo prometidos ni los millones de dólares de los inversionistas privados asoman la cabeza, el titular del Poder Ejecutivo opta por las medias verdades y por hacer caravana con sombrero ajeno, afirmó.

Dolores Padierna subrayó que en su tercer Informe de gobierno, el presidente Enrique Peña Nieto dijo: gracias a la reforma, Pemex pudo contratar tecnologías que aceleraron el proceso de exploración y producción, pero eso es mentira, no hay tecnología que Petróleos Mexicanos no haya podido contratar antes de la reforma.

Resaltó que Peña Nieto presume el hallazgo de cuatro nuevos campos con importante potencial de hidrocarburos en aguas someras del Golfo de México, pero la reforma energética no tuvo que ver en esos descubrimientos. No fueron resultado de ningún contrato de los previstos en la Constitución ni en la legislación secundaria. Esos pozos se hicieron con recursos presupuestales. No fue el sector privado el que hizo los hallazgos, fue Pemex, con sus propios medios.

Por su parte, el senador Alejandro Encinas señaló que para llegar a la reforma constitucional se modificaron 58 artículos de la Carta Magna, 81 cambios a diversas leyes secundarias, se crearon 21 ordenamientos jurídicos nuevos y se constituyeron tres nuevas instituciones, básicamente diseñadas para fortalecer todo el proceso de privatización.

Se trata, insistió, de un entramado jurídico que apuntala la supremacía del titular del Ejecutivo sobre los otros poderes del Estado y elimina los controles del Congreso y el contrapeso que debe tener.

Es una reforma que otorga al Presidente y un par de funcionarios un amplísimo margen para decidir el otorgamiento de contratos y sus condiciones. Ese nuevo piso jurídico, dicho sea de paso y como ejemplo, haría muy difícil una investigación seria y profunda sobre la corrupción en el sector energético, señaló Encinas.