Una vez que rindió protesta como presidente nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador dio a conocer ayer la estrategia que implementará ese partido para ganar la Presidencia de la República y la mayoría del Congreso de la Unión en 2018.

“No podemos confiarnos, 2018 no va a ser un día de campo… En especial debemos cuidarnos del manejo tendencioso de los medios de comunicación y de la compra del voto”, sostuvo.

En su primer discurso como dirigente nacional de Morena, delineó tres rutas, tras advertir la intención de la mafia del poder de intentar borrarlo de los espots de radio y televisión en los tiempos oficiales del partido, a través de una reforma electoral que impulsa su homólogo del PRI, Manlio Fabio Beltrones.

Se nombrarán 300 dirigentes, uno por distrito electoral, para ocuparse de tiempo completo de la integración de comités de base o de protagonistas del cambio verdadero, que realicen tareas de afiliación, de promoción y defensa del voto. La meta es que en un año se tengan comités por lo menos en todas las secciones electorales del país.

También se imprimirá nuevamente el periódico Regeneración, para repartirlo casa por casa y mantener a la gente informada. Asimismo, se convocará un congreso nacional con carácter extraordinario el 20 de noviembre de 2016, a fin de evaluar el avance de la estrategia y el proyecto alternativo de nación para 2018.

En esa reunión, se revisarán los estatutos del partido, con el propósito, entre otros, de lograr la equidad de género en la dirección nacional, después de que el viernes se aprobó que solamente tres mujeres formen parte del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), que incluye 21 carteras: secretaria general, Yeidckol Polevnsky; Mujeres, Carol Berenice Arriaga García; Arte y Cultura, Hortencia Sánchez Galván.

A propósito, antes de que los integrantes del CEN y los 300 del Consejo Nacional, incluida su presidenta, Bertha Luján, rindieran protesta, Luciano Concheiro, de la comisión nacional de elecciones, planteó: Seguimos siendo una organización machista, lo que provocó gritos de ¡equidad, equidad! en la asamblea, que continuó ayer en el parque de beisbol del Deportivo Reynosa, en Azcapotzalco.

El ex procurador de Justicia del Distrito Federal Bernardo Bátiz, al tomar la protesta a los nuevos cargos, incluyó si prometían contribuir al triunfo que llevará en 2018 a Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia.

Cumplido este paso, el ex jefe de Gobierno del Distrito Federal presentó el plan de acción 2015-2018. Resaltó que cuando se le pregunta a la gente por cuál partido votaría en las elecciones presidenciales, Morena está en primer lugar.

Pero, como es lógico, no podemos echar las campanas al vuelo. Tenemos que enfrentar a un grupo de intereses creados muy poderoso, que cuenta con mucho dinero, que mantiene secuestradas a las instituciones públicas, a los tres poderes, al gobierno, que está convertido en un comité al servicio de una minoría rapaz.

Pidió recordar la guerra sucia en 2006 para favorecer a Felipe Calderón, y cómo la misma mafia del poder, en 2012, con un bombardeo de publicidad, compró una telenovela, encumbró e impuso en la Presidencia a un personaje mediocre y deshonesto como Enrique Peña Nieto.

López Obrador destacó que combatir la compra del voto es el mayor desafío que tienen por delante, por lo cual llamó a concentrar todo el esfuerzo para construir una estructura organizativa nacional, sólida, para convocar a más ciudadanos a trabajar por la transformación del país. Adelantó que ésta será puesta en práctica en los comicios de los dos años siguientes, como prólogo de 2018.

La propuesta fue aprobada por mayoría, con 34 votos en contra, después de que se abrió un periodo de discusión en el pleno. Si trabajamos con tiempo y dedicación para fortalecer nuestra organización política, estoy seguro de que nada ni nadie podrá impedir el triunfo de nuestra causa, dijo.

Pero esto requiere que actuemos poniendo por delante la causa que enarbolamos, que es más elevada que nuestros intereses personales, por legítimos que sean. No hacemos nada con estar pensando en los cargos, en mantener grupos. Eso, entre otras cosas, destruyó a otras organizaciones políticas, resaltó el nuevo presidente de Morena.