“Hacer sentir el clima, el entorno del estrecho de Bering, por medio de la música, es el objetivo de mi trabajo en el disco Desenlaces-jazz instrumental (Ediciones Pentagrama)”, expresó en entrevista Juan Cristóbal Pérez Grobet, quien presenta hoy este cedé, a las 18 horas, en el Patio Jacarandas del Museo Nacional de Culturas Populares de Coyoacán.

Tendrá como músicos invitados a Juan Carlos Novelo, en la batería; Chuco Mendoza, bajo; Santiago Ojeda, guitarra; Manuel Viterbo, guitarra, y Rodrigo Barrera, piano.

“El estrecho de Bering es frío, hermoso. Ahí tuvimos, mi mamá y yo, la oportunidad de tener una experiencia de vida. A raíz de un sueño de la filósofa Yolanda Muñoz, Lourdes Grobet desarrolló el proyecto sobre el estrecho de Bering, que refleja una situación relacionada con la conformación de las culturas a escala global.

Contagiado por la majestuosidad

De los viajes ha salido material para grabar dos discos, uno vinculado con el proyecto Equilibrio y resistencia, dirigido por Lourdes Grobet. Del cruce por el estrecho se han generado instalaciones, series de fotografías e inclusive un documental. Para esto se utilizó la música que hice en el primer viaje. Es música hecha con puro bajo eléctrico. Es muy libre en el sentido de la improvisación, lo cual cuidé mucho para apoyar el proyecto. En el segundo viaje íbamos con la intención de grabar el documental. Llevé mi instrumento y lo que hice ya no estaba en función del proyecto, sino de algo más funcional, personal. Contagiado por la majestuosidad de los paisajes de Alaska, por la intensidad de la experiencia, por lo inhóspito, lejano, y a la vez hermoso, conviviendo con la gente del lugar, se presentaron condiciones ideales para hacer música.

Para llegar a ese punto, explicó, se va en avión a Anchorage; de ahí, un vuelo comercial a la costa norte, a un pueblo que se llama Nome, localidad minera donde extraen inclusive oro. Es como estar en un pueblo del lejano oeste. De ahí, el traslado es en aviones pequeños, para 12 personas. El vuelo es hacia la punta más al oriente del continente. Ahí está el estrecho de Being.”

–¿Qué tan estrecho es el estrecho?

–¡Es increíble! Son cerca de 30 kilómetros entre Alaska y Siberia. En el centro hay dos islas, una de ellas es de Estados Unidos y la otra de Rusia, las separan tres kilómetros y desde una se puede ver la otra. Ahí hay cambio de horario y en una pueden ser las tres de la mañana y en la otra las tres de la tarde.

–¿Oyendo este disco se va a sentir el frío?

–Un poco, y la inmensidad. En ese lugar se toma perspectiva y se considera que hay un sentido de comunidad importante. No hay intercambio de dinero, sino que predomina el sentido común.

El disco, cuyo proceso de producción le llevó tres años, consta de nueve piezas inspiradas en la naturaleza.

Allá se habla de romper el tiempo. Al amanecer se ve el mar congelado. Pareciera que eso así será, hasta siempre, pero en cosa de instantes el hielo desaparece y también el concepto del tiempo.