Con su obra, el escultor Jorge Jiménez Deredia (Costa Rica, 1954) hace un llamado para reflexionar sobre la vida e invita a repensar nuestro lugar en el universo mediante 15 esculturas monumentales de mármol y bronce de seis toneladas.

La exposición Jiménez Dereida: una génesis para la paz, que se encuentra en diversos puntos de la ciudad de México, como la explanada del Palacio de Bellas Artes, la Alameda Central, el Paseo de la Reforma y las plazas del Caballito y de la República, será inaugurada este 27 de noviembre.

A lo largo de los años, el artista costarricense ha meditado sobre la vida y el universo; así surgió su proyecto Génesis, obras que describen distintas fases de mutación de la materia en el espacio a través del tiempo, poniendo de esta manera las bases de su ideología artística conocida como Simbolismo Transmutativo.

Estoy convencido de que somos polvo de estrellas en transmutación. Esto quiere decir que somos un proceso de evolución cósmica y estamos viviendo una etapa en la que con este cerebro y esta carne nos toca formar parte de esta transmutación del universo, explicó a La Jornada.

De acuerdo con Jiménez Deredia, es muy importante para el ser humano entender de dónde venimos, por ello considera que el proceso de globalización que vivimos y que nos trata de homologar en el pensamiento y el sentir no tiene nada que ver con la transmutación de la vida, y mi arte es un acercamiento a ella.

Con 30 años de actividad artística, en los que ha creado obras monumentales para museos y lugares públicos de Europa, Estados Unidos y algunos países de América Latina, Deredia considera que nos hemos olvidado un poco del mecanismo de la vida, el cual trata de representar con sus esculturas.

Un huevo, elemento genético elemental, o una esfera, elemento simbólico, se van transformando en las esculturas. La exposición es como ver las diferentes imágenes de una película hasta llegar a una figura humana siempre femenina, porque la mujer es la que dentro de su cuerpo siente, percibe y entiende lo que es la vida; de ahí la idea de la génesis, explicó el escultor.

Las obras de Jiménez Deredia son circulares y están inspiradas en una visión cósmica del ser humano, donde una forma elemental, como una esfera, es capaz de transformarse en figura humana, por lo que narran el proceso de la vida y la creación.

El artista está convencido de que cuando los seres humanos adquieren conciencia de su participación cósmica, de qué están haciendo aquí, inmediatamente hay plenitud en sus vidas. El sentido de plenitud nos da la posibilidad de estar en paz con nosotros y con los demás. La verdadera paz no es la que se firma en un papel, sino es el encuentro de todos los seres humanos consigo mismos; esta paz es la que no nos permite dañar al otro, la que no nos permite vivir en conflicto con los demás.

En su obra, Deredia utiliza símbolos que provienen de los ancestros y los relabora en el sentido contemporáneo, es decir, los transmuta, de ahí el título de su teoría.

Con apoyo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, del Instituto Nacional de Bellas Artes, del Gobierno del Distrito Federal y del Fomento Cultural Grupo Salinas, la exposición escultórica Jiménez Deredia: una génesis para la paz permanecerá hasta marzo de 2016 en diversos sitios de la ciudad de México.