Hannover.

Era un partido amistoso, pues Alemania jugaba el pasado viernes contra Francia cuando ocurrieron los atentados en París, uno de ellos en las inmediaciones del Stade de France, pero ayer se canceló el duelo amistoso que la Mannschaft jugaría contra Holanda en la ciudad de Hannover por indicios de un peligro de atentado, confirmó el ministro alemán del Interior, Thomas de Maizière.

Mientras en Londres, los bleus e Inglaterra jugaron en Wembley en un acto de mayor valor simbólico que deportivo, que empezó con el canto del himno francés en solidaridad y como homenaje a las 129 personas que murieron en los ataques.

En una conferencia de prensa en Hannover, De Maizière explicó que los indicios se intensificaron con el correr de la tarde, de tal manera que las autoridades de seguridad decidieron suspender el partido y desalojar a los aficionados que ya se encontraban un par de horas antes del encuentro.

El ministro del Interior del estado de Baja Sajonia, Boris Pistorius, señaló que no ha habido detenciones y que tampoco se ha encontrado material explosivo.

Subrayó que hasta ahora no se confirmaron los rumores de que había sido detectado un explosivo en una falsa ambulancia cerca del estadio. De Maizière declinó dar información sobre la fuente que emitió la advertencia y la dimensión del peligro que existía. Círculos de seguridad dijeron en Berlín que se trataba de un servicio secreto extranjero. La agencia Dpa informó sobre un paquete sospechosos que se encontró en el tren de Hannover, pero no se confirmó si se trataba de un explosivo.

De Maizière tampoco quiso responder a las preguntas sobre el trasfondo y los motivos concretos para suspender el cotejo.

Una parte de estas respuestas generaría inseguridad en la población. Todos estábamos ansiosos por ver el partido que debía ser un gesto especial, pero en una situación difícil como ésta tiene prioridad la seguridad de la gente, señaló.

Al encuentro tenía previsto asistir la canciller alemana, Angela Merkel, así como varios funcionarios de su gabinete. De Maizière dijo que Merkel había volado con él de Berlín a Hannover y al recibir la noticia de la amenaza de atentado regresó en avión a la capital alemana.

El presidente interino de la Federación Alemana de Futbol, Reinhard Rauball, informó que la selección alemana recibió la noticia cuando se dirigía en autobús al estadio y volvió al hotel en que se hospedaba, en las inmediaciones de Hannover.

Nunca me imaginé que nuestro equipo tuviera que pasar dos veces en cuatro días por algo tan trágico, dijo Rauball.

En el estadio Wembley, en una emotiva ceremonia antes del partido, seguidores de Inglaterra y Francia entonaron La Marsellesa. Los ingleses ganaron 2-0, pero en pocas ocasiones ha importado tan poco el resultado de un cotejo. El ambiente fue sobrio de principio a fin.

El príncipe Guillermo, quien ayudó a colocar una ofrenda floral junto a la cancha, figuró entre los 71 mil 223 espectadores en Wembley, lo mismo que el primer ministro británico, David Cameron. Se reforzó la presencia policial y se aplicaron medidas adicionales de seguridad, incluida la revisión obligatoria de bolsos y mochilas.

El himno francés también sonó en el estadio Renato Dell’Ara de Bolonia antes del amistoso entre Italia y Rumania, que terminó empatado 2-2.

Mientras tanto, el presidente interino de la Federación Alemana de Futbol, Rauball, garantizó la disputa de la próxima fecha de la Bundesliga, pese a la amenaza terrorista que obligó a cancelar ayer el amistoso en Hannover.

Del mismo modo, el ministro de Deportes de Francia, Patrick Kanner, descartó la cancelación de la Eurocopa de futbol programada en el país para 2016, no obstante la alarma creada por los ataques terroristas en París.

En ningún caso debe el deporte detenerse por el terrorismo, dijo el político en una visita al Stade de France.

En ese ánimo, la liga francesa disputará los partidos del fin de semana, pero se anunció que serán jugados sin hinchas visitantes como medida de seguridad tras los ataques en París. Medida que adoptarán incluso en el futbol español, donde ante el clásico Barcelona–Real Madrid, se reforzará la seguridad.

La Copa Davis entre Bélgica y Gran Bretaña, la próxima semana en Gante, sigue en pie a pesar de las preocupaciones por la seguridad. La final, que dura tres días, comienza el 27 de noviembre en la Expo Flandes, donde se espera casa llena con unos 13 mil espectadores.