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París 13/11
Respuesta despiadada a los bárbaros: Hollande

Fue un acto de guerra contra el país, asegura

Decreta tres días de duelo nacional; mantiene operativo militar en Siria

Plan extranjero, pero los terroristas recibieron ayuda interna, sostiene

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La nueva imagen de la catedral de Notre Dame Foto ReutersFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Domingo 15 de noviembre de 2015, p. 2

París.

Un encolerizado presidente François Hollande advirtió ayer que habrá una respuesta despiadada de Francia a la ola de atentados de hombres armados y atacantes suicidas en París, y describió la matanza reivindicada por el Estado Islámico (EI) de un acto de guerra contra el país. El más reciente saldo de los atentados asciende a 129 muertos y 352 heridos.

Enfrentados con la guerra, el país debe tomar una acción apropiada, dijo Hollande luego de sostener una reunión de emergencia con sus jefes de seguridad. El presidente también anunció tres días de duelo nacional. Francia será despiadada en su respuesta a estos bárbaros de Daesh, afirmó, utilizando el acrónimo en árabe para el Estado Islámico.

A su vez, el primer ministro francés, Manuel Valls, advirtió tras los atentados que Francia atacará al EI para destruirlo.

El ministro francés de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius, consideró más necesario que nunca coordinar la lucha internacional contra el terrorismo.

Los ataques ocurrieron en momentos en que Francia, miembro de una coalición internacional que está lanzando ofensivas contra el EI en Siria e Irak, se encontraba en alerta máxima por atentados terroristas, un asunto que genera cuestionamientos sobre cómo pudieron suceder estos hechos.

La postura de Francia en el combate al extremismo islámico no ha sido siempre la misma. El 19 de marzo de 2003, el entonces canciller francés, Dominique de Villepin, pronunció un dicurso ante la Organización de Naciones Unidas en que se opuso a la invasión que Estados Unidos lanzó ese mismo año contra Irak, con el argumento de que el país producía armas de destrucción masiva, lo que causó tensiones en las relaciones entre París y Washington.

Fuentes castrenses francesas confirmaron que el país continuaría con sus operativos militares en Siria con el objetivo de destruir al grupo yihadista.

La del viernes fue la peor serie de atentados perpetrada en un país europeo desde los ataques en Madrid del 11 de marzo de 2004, cuando murieron 191 personas.

Hollande dijo que los ataques fueron planeados en el exterior por el Estado Islámico, pero que el grupo recibió ayuda interna.

Fuentes cercanas a la investigación dijeron que uno de los atacantes fallecidos era un sirio con pasaporte expedido en Grecia. Dicho documento se encontró cerca del cadáver del agresor, quien presuntamente era un refugiado recientemente ingresado a Europa en octubre desde la isla griega de Leros. Investigadores aún analizaban el pasaporte y buscaban en él huellas dactilares. La policía no reveló su nombre.

El primer atacante suicida identificado es Ismael Omar Mostefai, quien vivió en Francia durante varios años, trascendió este sábado.

Las autoridades identificaron también a otro terrorista como un joven francés que ya había sido detectado por tener vínculos con una actividad extremista islámica, informaron el sábado dos funcionarios policiales. El hombre fue uno de los atacantes que se suicidó con explosivos después de la toma de rehenes en el Bataclan.

Los hospitales indicaron este sábado que la noche anterior ingresaron a estas instalaciones un total de 352 heridos, de los cuales 53 ya fueron dados de alta. De los restantes, 80 permanecen en extrema gravedad y 177 están considerados graves aún.

El diario británico The Independent dio cuenta de que en la ciudad francesa de Lille, donde cientos de personas llevaban a cabo una vigilia silenciosa en honor a las víctimas de los atentados, un grupo de ultraderechistas irrumpió en la procesión con gritos en favor de expulsar a todos los extranjeros.

Los derechistas fueron confrontados por los participantes en la marcha. La multitud reunida en la plaza, con velas y pancartas, algunas de las cuales rezaban: No tengo miedo, comenzaron a cantar espontáneamente La Marsellesa tras el incidente.