Sao Paulo.

Sindicatos regionales de la cuenca de Campos y de la refinería Reduc, en las afueras de Río de Janeiro, votaron el sábado en favor de ignorar los llamados del mayor grupo de trabajadores petroleros del país para poner fin a una huelga en el sector que se ha prolongado 14 días.

Los líderes del principal sindicato de trabajadores del petróleo en Brasil, agrupados en la organización FUP, propusieron el viernes poner fin a la huelga más grave en 20 años en la petrolera estatal Petrobras SA.

No obstante, Sindipetro Norte Fluminense, el sindicato que integra a los empleados de buena parte de las plataformas de la cuenca Campos, votó el sábado por continuar con la medida de fuerza, pese a los llamados del FUP. Dicha cuenca representa más de 60 por ciento de la producción de crudo de Brasil.

El sindicato Norte Fluminense dijo en su sitio web que 601 miembros votaron en favor de continuar la huelga y 192 en contra. Sindipetro Caxias, gremio que representa a los trabajadores de la refinería Duque de Caxias, en las afueras de Río de Janeiro, también votó por continuar la movilización.

Otros sindicatos en los estados de Río Grande do Norte y Rio Grande do Sul ya han votado por poner fin a la huelga, en línea con la recomendación del FUP.

Cuando los trabajadores del sector petrolero iniciaron la huelga, el primero de noviembre, su principal reclamo estaba relacionado con el recorte de inversiones y ventas de activos de Petrobras, diseñados para controlar la enorme deuda de la compañía, que asciende a 130 mil millones de dólares.

Petrobras reportó el jueves una pérdida de mil 101 millones de dólares en el tercer trimestre, tercer resultado negativo en los pasados cinco trimestres.

En las más recientes negociaciones los empleados lograron un aumento salarial de 9.5 por ciento y consiguieron que Petrobras accediera a crear una comisión de empleados y gerentes destinada a explorar formas de restaurar las inversiones.