En las primeras 36 horas de la campaña comercial El Buen Fin, las quejas y denuncias de consumidores contra tiendas que incumplen con las ofertas anunciadas han bajado de manera considerable en comparación con los otros años, aseguró Eduardo Ramos, director de verificación de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco). En tanto, los negocios afiliados a la campaña registraron ayer mayor afluencia de clientes que el viernes, pero sin que ello se tradujera en un incremento generalizado de compras, de acuerdo con vendedores y dependientes entrevistados.

En un recorrido por diversos negocios, La Jornada constató que más que rebajas de precios lo que prevalece son pagos a meses sin intereses.

El funcionario detalló que hasta mediodía del sábado, cuando había transcurrido más de un tercio de los cuatro días de la campaña, únicamente se habían recibido tres quejas a través de la aplicación para teléfonos celulares Profeco en 30, con la que los verificadores de la dependencia acuden en media hora al establecimiento denunciado por los consumidores.

Las quejas fueron contra dos supermercados y una zapatería, cuyo nombre se reservó porque fueron resueltas de inmediato, así que hasta entonces ningún negocio había sido sancionado, ni tampoco inmovilizado productos ni colocado carteles de suspensión de actividades comerciales.

Según Ramos, los 41 módulos que la dependencia instaló en plazas comerciales y las brigadas itinerantes de verificadores de la Profeco recorriendo tiendas inhibió el incumplimiento de ofertas. Sin embargo, sólo hay mil 300 verificadores, lo que representa 3.25 por ciento respecto de los 40 mil negocios que hasta el viernes estaban inscritos a la campaña.

Más gente pero no compra

La delegación de la Profeco en Nezahualcóyotl informó que entre viernes y sábado sólo tres consumidores inconformes con las ofertas solicitaron asesoría y se realizó una conciliación en un Chedraui. Refirió que las personas acuden a la Profeco una o dos semanas después de haber realizado su compra.

La casi inexistencia de denuncias ante la dependencia coincide con que muchos negocios se limitaron a colgar el letrero de la campaña sin exhibir rebajas en los precios de sus productos y que, como en los años anteriores, las promociones de pago a plazos con tarjetas de crédito o departamentales predominan sobre las ofertas.

En el segundo día de El Buen Fin hubo mayor afluencia de gente a las tiendas pero con pocas compras efectivas, pues la mayoría sólo preguntaban por ofertas. En la plaza Oasis de Coyoacán, inaugurada hace menos de un mes, se notaban más visitantes pero, según dependientes entrevistados, no había un incremento de ventas. Incluso en centros comerciales pequeños, como Plaza Manzanas, en División del Norte y Miguel Ángel de Quevedo, los vendedores de varias tiendas aseguraron que no había tantos clientes como en las versiones anteriores.

Sí ha venido más gente pero esperamos que vengan más mañana o el lunes, dijo el encargado de una tienda de biblias y artículos religiosos que ofrecía descuentos hasta de 15 por ciento. En una casa de empeños con descuentos de 5 a 20 por ciento, el dependiente comentó que había interés por las promociones pero sin que se concretara en ventas.

Pensamos que Profeco en 30 iba a tener una gran demanda, pero afortunadamente no ha sido así. Esto quiere decir que los consumidores están actuando de manera más responsable, son más conscientes, informados y hacen valer sus derechos. Recordemos que ya no es el primer año de El Buen Fin, entonces hay mayor conciencia de los proveedores, además de que la Profeco desde meses atrás ha realizado un trabajo preventivo y reuniones de trabajo con cámaras y asociaciones empresariales para capacitarles sobre sus obligaciones, dijo Eduardo Ramos y aseguró que sí son atendidas las quejas de consumidores por redes sociales pero sólo si las hacen a través de las que tiene la dependencia.